Para los no iniciados, el yoga puede parecer poco más que una forma de contorsionar el cuerpo en poses antinaturales. Pero en realidad, las posturas son sólo un aspecto muy pequeño de lo que es esencialmente una práctica espiritual de amplio espectro. La respiración es el componente clave, y las asanas, o posturas, representan sólo una fracción de toda la pieza que es el yoga. La conciencia de la respiración se llama pranayama.

Yoga, definido

El propio significado de la palabra yoga es «unir, juntar en unión». La práctica del yoga consiste en mezclar los opuestos y lograr la unidad del cuerpo y la mente mediante la combinación de esfuerzo y entrega.

En muchos textos yóguicos se dice que el yoga frena las fluctuaciones de la mente.Los practicantes de yoga aprenden a aquietar sus mentes y a estirar sus cuerpos mediante una mezcla de perseverancia y desapego. Esto permite experimentar la transformación interna y la conexión.

Aunque muchos anuncios modernos representan el yoga con modelos de moda que ponen sus cuerpos en complicadas posturas de manos, la práctica es muy antigua y ha ofrecido sabiduría y apoyado a la raza humana durante miles de años. Dentro de esa sabiduría hay un secreto muy potente: la respiración.

Por qué las asanas son esenciales

La práctica de las asanas o la realización de las posturas es realmente un medio para conseguir un fin. La razón por la que movemos el cuerpo en todas las direcciones posibles con una combinación de movimientos es para poder conectar y abrir nuestros canales de energía, o nadis. Cuanto más abiertos estén estos canales, más fuertes serán nuestras células y órganos, y mejor será nuestra salud y bienestar general.

Abrir los canales de energía también aumenta la cantidad de prana o energía vital que fluye por nuestro cuerpo. El prana es la parte más importante de la práctica física del yoga, y no tanto las posturas en sí. La respiración profunda e intencionada que acompaña a las posturas elimina los bloqueos energéticos y sirve para purificar el cuerpo, aumentando el flujo de prana.

Pero es importante tener en cuenta que no todas las respiraciones aumentan el prana. Por ejemplo, las respiraciones torácicas, cortas y poco profundas en realidad desencadenan la respuesta de estrés del cuerpo, y en realidad agotan la energía. Pero cuando se respira profundamente y con todo el cuerpo, se puede entrar en el flujo, abrir los canales de energía y aumentar el prana.

La respiración profunda y el cuerpo

La mayoría de nosotros estamos enfrascados en nuestras ajetreadas vidas, demasiado rígidos y fijos mental y físicamente para que sólo la respiración profunda tenga algún efecto positivo. Aquí es donde entra en juego la asana. El movimiento físico de la asana rompe esta rigidez y nos hace más flexibles, lo que permite el flujo de energía a través de todo el cuerpo. Cada movimiento físico en la asana tiene el propósito de apoyar el movimiento de la energía a través del cuerpo.

Uno puede practicar tantas poses de yoga como quiera. Pero si no se respira profundamente, la práctica no beneficiará al cuerpo. La respiración es lo que provoca el movimiento de la energía y lo que ayuda al cuerpo a relajarse. Un cuerpo ya rígido que intenta moldearse en diferentes posturas sólo se lesionará. Pero cuando respiramos profundamente, podemos abrirnos a sentir más emociones, así como estar más en sintonía con lo que ocurre en nuestro cuerpo. Respirar profundamente en el yoga puede ayudarte a evitar lesiones.

La respiración profunda también puede permitirnos experimentar nuestra verdadera esencia. El flujo que crea la acción constante de inhalación y exhalación de la respiración estimula una transformación en el cuerpo y la mente, purificándolos y limpiándolos para que brille nuestra verdadera esencia. La circulación aumenta, el equilibrio hormonal se cultiva, los órganos se regeneran y el sistema nervioso se pacifica.

Cualquiera puede elegir hacer sólo las posturas, que pueden ofrecer un buen entrenamiento físico. Sin embargo, el yoga pretende ser mucho más. Respirar profundamente nos permite acceder a nuestro poder de transformación. Nos abre a la capacidad del yoga para rejuvenecer y refinar nuestra mente y nuestro cuerpo. Por último, la respiración profunda nos ayuda a encontrar nuestro camino hacia la unidad.

Acerca del autor

Este artículo ha sido escrito por Ron McDiarmid, fundador de My Healthy Living Coach. Después de haber tenido problemas de salud a lo largo del camino, Ron estaba dispuesto a compartir la investigación y el aprendizaje que reunió. A través de MHLC esto continuó en una presentación actual de las opciones de estilo de vida saludable y cómo ponerlas en práctica. Visite su sitio web en www.myhealthylivingcoach.com.