La historia – Aux Merveilleux
La historia de la empresa
Frédéric Vaucamps abrió su primera pâtisserie tradicional en Hazebrouck en 1982, donde elaboraba diferentes recetas como merengues y brioche. Quince años más tarde, inauguró su primera tienda en Lille, «Aux Merveilleux de Fred», en la calle de la Monnaie, en el centro histórico de la ciudad, donde perfeccionó su propia receta de Merveilleux, que pronto daría fama al establecimiento: merengue recubierto de nata montada de chocolate y cubierto de virutas de chocolate negro. ¿Su secreto? Un merengue inimitable que se derrite en la boca y que da una ligereza y una finura a este pastel.
El entusiasmo fue inmediato. Los clientes no tardaron en hacer cola en la puerta para probar los pasteles Merveilleux individuales o los modelos más grandes para compartir con la familia o los amigos. Junto a los Merveilleux había otros pasteles, como el famoso «Cramique», disponible con pasas, azúcar o chocolate. Este homenaje diario a la afición belga por los dulces permitía a todos encontrar algo a su gusto. En 2004, de nuevo en Lille, creó una segunda tienda con su primo, esta vez en el barrio de Gambetta, famoso por su simpático mercado de Wazemmes. La siguiente parada fue la Grand-Place de la ciudad, donde creó una unidad con la empresa de café Méo. El cuarto punto de venta de Frédéric fue en Bélgica, en la ciudad de Knokke. En 2008, Aux Merveilleux de Fred abrió un punto de venta en París para deleite de los parisinos. Desde esa fecha, se han abierto otras cuatro tiendas y otras están en proceso de apertura, tanto en Francia como en el extranjero.