[La enfermedad de Barlow y el riesgo para la vida]
Se calcula que el prolapso idiopático de la válvula mitral, también llamado enfermedad de Barlow, afecta a 5 p. 100 de la población general. Normalmente es una enfermedad benigna, que se convierte en una amenaza para la vida sólo en un número muy pequeño de casos. Los sujetos de alto riesgo podrían ser detectados por una simple ecocardiografía en modo TM, siempre que este examen sea de buena calidad y reproducible, ya que muestra un engrosamiento de 5 mm o más de las valvas mitrales. Si este fuera el caso, según los autores de la Clínica Mayo, cabría esperar que se produjeran complicaciones graves, como muerte súbita, endocarditis infecciosa o accidentes vasculares cerebrales isquémicos, en 10 p. 100 de los pacientes. La muerte súbita, de la que sólo se han publicado 60 casos, es excepcional; se trata sobre todo de sujetos jóvenes (edad media de 40 años), predominantemente mujeres, con antecedentes familiares de muerte súbita, que han experimentado uno o varios síncopes y presentan disritmias percutáneas o intercríticas graves. Estos sujetos deben ser supervisados regularmente tanto clínicamente como por electrocardiografía basal o ambulatoria y, si es necesario, por exploración electrofisiológica o incluso hemodinámica. A menudo es necesario el tratamiento con betabloqueantes o antiarrítmicos apropiados y, en los casos refractarios, la implantación de un desfibrilador automático. La endocarditis infecciosa es una causa de muerte en 10 a 20 p. 100 de los pacientes. Amenaza principalmente a los sujetos cuya regurgitación de la válvula mitral se sospecha por la presencia de un soplo holosistólico o telesistólico y se confirma mediante ecocardiografía Doppler.(RESUMEN TRUNCADO A 250 PALABRAS)