La diabetes: ¿Podemos enseñar al cuerpo a curarse a sí mismo?
Cada célula del cuerpo se desarrolla para cumplir una función concreta, pero la «identidad» que adoptan algunas células no siempre es definitiva, como señalan los investigadores del estudio actual.
En cambio, algunas células adultas son capaces de adaptarse y cambiar y pueden sustituir potencialmente a las células con otras funciones que han muerto o se han dañado.
«Las células no están diferenciadas de forma terminal, sino que mantienen cierto potencial de plasticidad incluso en organismos superiores», señalan los investigadores.
Las células podrían cambiar y adaptarse como resultado de una lesión o estrés para compensar la pérdida de otras células vecinas. Sin embargo, los científicos aún se esfuerzan por comprender mejor cómo y cuándo ocurre esto, ya que este proceso tiene un importante potencial en la medicina regenerativa.
En el estudio actual, los investigadores pudieron, por primera vez, descubrir algunos de los mecanismos clave que permiten a las células «cambiar» de identidad, observando específicamente las células alfa y beta del páncreas en un modelo de ratón.
Descubrieron que las células alfa responden a señales complejas que reciben de las células vecinas en el contexto de la pérdida de células beta. Así, aproximadamente un 2 por ciento de las células alfa pueden «reprogramarse» y empezar a producir insulina.
Al utilizar un compuesto capaz de influir en la señalización celular en el páncreas, los investigadores pudieron aumentar el número de células productoras de insulina en un 5 por ciento. Aunque puede tratarse de una cifra relativamente pequeña, es un primer paso importante para aprender a manejar el propio potencial del cuerpo para combatir la diabetes.
«Si adquirimos más conocimientos sobre los mecanismos que subyacen a esta flexibilidad celular, entonces posiblemente podríamos controlar el proceso y cambiar la identidad de más células para que se pueda producir más insulina», afirma Ghila.
Estos descubrimientos, añaden los investigadores, ayudarán a potenciar los tratamientos, no sólo para enfermedades metabólicas como la diabetes, sino también para otras afecciones, como el Alzheimer, en el que se deteriora la función de células cerebrales específicas.
«La capacidad de las células para cambiar de identidad y función, puede ser un descubrimiento decisivo para tratar otras enfermedades causadas por la muerte celular, como la enfermedad de Alzheimer, y el daño celular debido a los infartos».»
Luiza Ghila