La característica más significativa y definitoria de los trastornos de la personalidad: Dificultades interpersonales

Jun 21, 2021
admin

Los problemas con las relaciones interpersonales son comunes a todos los trastornos de la personalidad. Los expertos consideran que estas dificultades interpersonales son el rasgo más significativo y definitorio que comparten todos los trastornos de la personalidad.

Como es lógico, los tres rasgos definitorios descritos anteriormente (es decir, los problemas con el pensamiento, la regulación emocional y la regulación de los impulsos) causan importantes dificultades interpersonales. Estos pensamientos, sentimientos y comportamientos problemáticos convergen para crear un impacto muy negativo en la capacidad de las personas para cumplir con los roles sociales, y su capacidad para formar y mantener relaciones saludables y gratificantes.

Previamente, sugerimos que dos rasgos centrales del trastorno de la personalidad, la regulación afectiva (emocional) y la regulación de los impulsos, podrían entenderse a lo largo de un único continuo de regulación. En un polo de este continuo de regulación se encuentra la sobrerregulación extrema (de la emoción y/o la impulsividad) y en el otro polo la subregulación extrema (de la emoción y/o la impulsividad). En otras palabras, existe una única dimensión de regulación que va de muy alta a muy baja, con los trastornos de la personalidad cayendo en cada extremo del continuo, y las personalidades sanas cayendo en algún lugar en el medio de estos dos extremos.

Sin embargo, los problemas interpersonales asociados con los trastornos de la personalidad son un poco diferentes. En lugar de una sola dimensión, algunos expertos creen que son necesarias dos dimensiones para describir adecuadamente estos problemas interpersonales. Estas dos dimensiones se denominan necesidad de poder y necesidad de relación y se entiende que son perpendiculares entre sí (ortogonales), como los ejes X e Y de un gráfico. En el eje vertical Y se encuentra la dimensión de la necesidad de poder, que va desde una necesidad de poder alta (dominación) hasta una necesidad de poder baja (sumisión). En el eje X está la dimensión de necesidad de relación que va desde una alta necesidad de relación (afiliación) hasta una baja necesidad de relación (desapego).

La mayoría de los trastornos de la personalidad pueden situarse en uno de los cuatro cuadrantes creados por las líneas de intersección de estos ejes X e Y. Se considera que algunos trastornos de la personalidad, como el Trastorno Límite, rebotan entre dos cuadrantes (véase el diagrama A). Por el contrario, las personalidades sanas muestran una gama completa de enfoques interpersonales y, por lo general, ajustan su forma de relacionarse con los demás en función de la persona, el tipo de relación, la situación y las circunstancias. Así, pueden interactuar cómodamente en cada uno de los cuatro cuadrantes y modificar su estilo interpersonal según sea necesario. Por ejemplo, probablemente sea mejor interactuar en el lado ligeramente deferente y sumiso cuando nos relacionamos con nuestro jefe, pero probablemente sea mejor operar en el lado más dominante cuando criamos a nuestros hijos. Una vez más vemos que las personalidades sanas se distinguen por la flexibilidad; en este caso, la flexibilidad interpersonal.

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