El tratamiento estándar para la fascitis plantar es típicamente conservador, ya que la condición generalmente se resuelve dentro de un año. Según el American Family Physician, ‘aunque existen varios remedios para la fascitis plantar, hay pocas pruebas convincentes que apoyen estos diversos tratamientos.’11

Las recomendaciones iniciales que el paciente puede hacer por sí mismo incluyen cambiar sus niveles de actividad, aplicar hielo, hacer estiramientos, usar plantillas ortopédicas, perder peso y tomar analgésicos de venta libre como el acetaminofén (Tylenol o Paracetamol) o los antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

Las preocupaciones sobre la seguridad de tomar analgésicos de venta libre han aumentado en los últimos años. Una nueva revisión de las pruebas de seguridad encontró un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares, hemorragias del tracto gastrointestinal, toxicidad renal y muerte por tomar Tylenol o Paracetamol.12

El uso de AINE también conlleva riesgos significativos para la salud, incluso en pequeñas dosis. Una revisión de 2017 sobre la seguridad de los AINE, que incluyó a más de 446.000 pacientes, descubrió un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón al utilizar cualquier AINE (incluidos los de venta libre como el Naproxeno) en cualquier dosis, incluso durante tan solo una semana.13 También se ha demostrado que los AINE aumentan el riesgo de hemorragia gastrointestinal,14 una complicación grave y potencialmente mortal, así como de lesión renal aguda.15

Si los síntomas de la fascitis plantar no mejoran en el plazo de varias semanas, puede utilizarse el diagnóstico por imagen, como la ecografía o la resonancia magnética, para descartar cualquier otro factor contribuyente. En el plan de tratamiento pueden incluirse modalidades como la fisioterapia, las inyecciones de esteroides, la proloterapia, las inyecciones de plasma rico en plaquetas, el Botox, las férulas nocturnas anteriores y las plantillas ortopédicas a medida.

Si no se produce ninguna mejora después de seis o más meses de tratamiento, pueden utilizarse a continuación la terapia de ondas de choque y la fasciotomía plantar. El tratamiento con ondas de choque extracorpóreas se considera un método beneficioso y no invasivo, pero puede ser doloroso y provocar entumecimiento e hinchazón en la región aplicada. La fasciotomía plantar ha demostrado en dos estudios que proporciona alivio en la mayoría de los pacientes encuestados (80-85%), pero también incluye el riesgo de efectos secundarios y complicaciones del procedimiento quirúrgico.

Por el contrario, los estudios sobre acupuntura para la fascitis plantar han mostrado pocos o ningún efecto adverso, además de unos niveles generales de eficacia elevados. Aunque hay una variedad de estilos de tratamiento de la fascitis plantar con acupuntura, cada uno de ellos muestra una gran capacidad para reducir el dolor y mejorar la función, ayudando a las personas con fascitis plantar a volver a ponerse en pie.