El ibuprofeno puede aumentar los niveles en sangre y los efectos secundarios del metotrexato. Puede ser más probable que experimente esta interacción si tiene una enfermedad renal o está recibiendo una dosis alta de metotrexato. El riesgo puede ser menor si está utilizando metotrexato una vez a la semana para tratar ciertas formas de artritis. Es posible que necesite un ajuste de la dosis o un control más frecuente por parte de su médico para utilizar ambos medicamentos de forma segura. Póngase en contacto con su médico inmediatamente si presenta síntomas de efectos secundarios potencialmente graves del metotrexato, como úlceras o llagas en la boca; vómitos; diarrea; erupción cutánea; pérdida de apetito; dolor o hinchazón de las articulaciones; coloración amarilla de la piel y los ojos; orina oscura; dificultad para respirar; tos seca; palidez; mareos o desmayos; hematomas o sangrados inusuales; convulsiones; infección; y síntomas parecidos a los de la gripe (fiebre, escalofríos, dolor de cuerpo, dolor de garganta, debilidad muscular). Es importante que informe a su médico de todos los demás medicamentos que utiliza, incluidas las vitaminas y las hierbas. No deje de usar ningún medicamento sin antes consultar con su médico.

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