Los INFJ son de voz suave y corazón bondadoso, pero no hay que confundirlos con personas pusilánimes. Tienen valores y opiniones fuertes, y defienden lo que creen. Son decisivos y son capaces de ver el panorama general cuando se les presenta una situación compleja.

Los INFJ están orientados a los objetivos, son genuinos, responsables y solidarios. Creen firmemente en los demás, casi hasta la exageración, y son muy altruistas. Los INFJ se centran principalmente en lo que ocurre a su alrededor y se preocupan especialmente por el bienestar de los demás. Los INFJ siempre están dispuestos a ayudar a los demás cuando lo necesitan, y disfrutan haciéndolo. Forman relaciones profundas con sus allegados.

Los INFJ son perspicaces, orientados al futuro y concienzudos. Tienen una visión de futuro y un plan decisivo sobre los mejores medios para alcanzar estos objetivos.

Los INFJ toman decisiones siguiendo su instinto. Sus valores juegan un papel importante en la conducción de sus procesos de toma de decisiones, y siempre tratan de actuar de acuerdo con sus valores. El enfoque secundario de los INFJ es interno, donde hacen juicios basados principalmente en su intuición.

Los INFJ operan en gran medida internamente y son capaces de ver el «panorama general» con mucha facilidad. Son capaces de entender las cosas a través de su fuerte sentido de la intuición, y a menudo no pueden precisar las razones específicas.

Respecto al mundo exterior, son muy organizados, y son capaces de manejar varios proyectos simultáneamente. Son excelentes para establecer prioridades y desarrollar planes.