Las infecciones por Babesia se producen en perros y otras especies y se transmiten principalmente por las garrapatas. La gravedad de la enfermedad varía considerablemente dependiendo de la especie de Babesia implicada, así como de la respuesta inmunitaria del perro infectado. El principal resultado de una infección por Babesia es la anemia, ya que el sistema inmunitario destruye los glóbulos rojos infectados, pero la Babesia también puede tener otros efectos en todo el cuerpo.

¿Qué es la Babesia?

La Babesia es un tipo de parásito protozoario que infecta los glóbulos rojos, causando una enfermedad llamada babesiosis. Hay muchas cepas de Babesia que infectan a una amplia variedad de animales, pero sólo hay unas pocas cepas que afectan a los perros. Dado que el conocimiento de la Babesia sigue mejorando, el diagnóstico y el tratamiento de las infecciones por Babesia siguen siendo un reto.

Signos y síntomas de la Babesia en perros

Las infecciones por Babesia tienen un amplio rango de gravedad: pueden ser muy leves o muy graves, a veces incluso mortales. La gravedad depende principalmente de la cepa de Babesia implicada, pero también del sistema inmunitario del perro. Las cepas de Babesia en EE.UU. suelen producir una enfermedad más leve en comparación con algunas de las cepas que se encuentran en otros lugares. El curso de la enfermedad puede ser cíclico, con períodos de síntomas puntuados por momentos en los que los síntomas están ausentes.

En casos graves, también pueden verse afectados múltiples sistemas orgánicos, como los pulmones, el tracto gastrointestinal, los riñones y el sistema nervioso. A veces los perros sufren una forma muy aguda de Babesiosis y entran repentinamente en estado de shock y colapso.

Causas de la Babesia

La mayoría de las infecciones por Babesia se adquieren a través de las garrapatas. Dado que se propaga a través de las garrapatas, la Babesia es más común en climas cálidos, cuando las garrapatas son más numerosas. Las infecciones también son posibles a través de transfusiones de sangre, y en el caso de una cepa de Babesia (Babesia gibsoni), se cree que la transmisión de perro a perro a través de heridas por mordedura es un modo de transmisión. Las madres también pueden transmitir Babesia a sus cachorros antes del nacimiento. Aunque cualquier perro puede infectarse, los perros jóvenes tienden a sufrir una enfermedad más grave. Los galgos, los pit bull terriers y los American Staffordshire terriers parecen ser los más susceptibles a la infección.

Diagnóstico de la Babesia

Puede ser difícil confirmar un diagnóstico de Babesiosis. Los análisis de sangre pueden mostrar una disminución del número de glóbulos rojos y plaquetas (trombocitopenia), pero esto no es específico de Babesia. Los frotis de sangre pueden examinarse para detectar la presencia de los organismos de Babesia. Si están presentes, se puede confirmar el diagnóstico, pero no siempre aparecen en el frotis. La extracción de sangre de un corte en la punta de la oreja o de una uña del pie puede mejorar las probabilidades de encontrar los parásitos.

También se puede analizar la sangre para detectar anticuerpos contra la Babesia, aunque a veces esto puede producir resultados erróneos. Las pruebas especializadas pueden comprobar la presencia de material genético de Babesia, y aunque esta es la prueba más sensible, no está ampliamente disponible y también tiene algunas limitaciones. Por lo general, una combinación de pruebas de laboratorio junto con los signos clínicos y la historia se utilizan para hacer un diagnóstico. El diagnóstico se complica aún más por el hecho de que los perros infectados con Babesia también pueden estar infectados con otras enfermedades transmitidas por las garrapatas, como Ehrlichia, la enfermedad de Lyme, o la fiebre manchada de las Montañas Rocosas.

Tratamiento

Una variedad de medicamentos se han utilizado para tratar Babesia, con éxito variado. El dipropionato de imidocarb es el más utilizado en los Estados Unidos; el aceturato de diminazeno no está disponible en los Estados Unidos pero se utiliza como opción de tratamiento en otros lugares. Ambos tienen una serie de efectos secundarios que pueden ser bastante graves. Una nueva combinación de fármacos, que incluye azitromicina y atovaquona, es prometedora, aunque cara. En los casos graves, pueden ser necesarias las transfusiones de sangre.

El tratamiento alivia los síntomas de la babesiosis, pero parece que en muchos casos no elimina totalmente el parásito del organismo. Los perros pueden permanecer infectados a un nivel bajo y la babesia puede reaparecer en momentos de estrés o de reducción de la función inmunitaria. Los perros a los que se les ha diagnosticado Babesia no deben criarse ni utilizarse como donantes de sangre (para evitar la propagación de la enfermedad).

Cómo prevenir la Babesia

La mejor forma de prevenir la babesiosis es evitar la exposición a las garrapatas que la transmiten. Revise a su perro a diario en busca de garrapatas y retírelas lo antes posible (las garrapatas deben alimentarse durante al menos 24 a 48 horas para propagar la Babesia). Esto es especialmente importante en la temporada alta de garrapatas o si su perro pasa tiempo en el bosque o en la hierba alta (considere la posibilidad de evitar estas áreas en la temporada de garrapatas).

Pueden utilizarse productos que previenen las garrapatas, como los preventivos mensuales contra los parásitos (por ejemplo, Frontline, Revolution) o los collares antigarrapatas (por ejemplo, Preventic); asegúrese de seguir los consejos de su veterinario cuando utilice estos productos. Mantenga la hierba y la maleza recortadas en su jardín. En las zonas en las que las garrapatas son un problema grave, también puede considerar la posibilidad de tratar el patio y la zona de la perrera contra las garrapatas. En Europa existe una vacuna, pero sólo es eficaz contra determinadas cepas de Babesia, e incluso así no es 100 por ciento efectiva.