Imitación, en psicología, la reproducción o realización de un acto que es estimulada por la percepción de un acto similar por otro animal o persona. Esencialmente, implica un modelo al que se dirigen la atención y la respuesta del imitador.

Como término descriptivo, la imitación abarca una amplia gama de comportamientos. En sus hábitats nativos, se puede observar a los mamíferos jóvenes copiando las actividades de los miembros mayores de la especie o el juego de los demás. Entre los seres humanos, la imitación puede incluir experiencias cotidianas como bostezar cuando otros bostezan, una serie de réplicas de la conducta social aprendidas de forma inconsciente y pasiva, y la adopción deliberada de las ideas y los hábitos de los demás.

Los estudios sobre bebés muestran que en la segunda mitad del primer año el niño imita los movimientos expresivos de los demás, por ejemplo, levantar los brazos, sonreír e intentar hablar. En el segundo año, el niño empieza a imitar las reacciones de otras personas ante los objetos. A medida que el niño crece, se le presentan todo tipo de modelos, la mayoría de ellos determinados por su cultura. Entre ellos están la postura física, el lenguaje, las habilidades básicas, los prejuicios y los placeres, y los ideales morales y los tabúes. La forma en que el niño copia estos modelos está determinada principalmente por las influencias sociales y culturales de recompensa o castigo que dirigen el desarrollo del niño.

Cualquier uniformidad o similitud de pensamientos y actos entre las personas no significa necesariamente, sin embargo, que éstos sean causados por los mismos o similares motivos o mecanismos psicológicos. Las variaciones en las situaciones, en los impulsos y en las formas aprendidas de adaptación son a menudo demasiado complicadas para ser catalogadas como imitación.

Muchos psicólogos anteriores dieron por sentado que la imitación era causada por un instinto o al menos por una predisposición heredada. Los autores posteriores han considerado los mecanismos de la imitación como los del aprendizaje social. La imitación es fundamental para el enfoque del aprendizaje social del psicólogo estadounidense de origen canadiense Albert Bandura. Sus investigaciones demostraron que gran parte del comportamiento humano se aprende imitando a otro individuo al que se observa recibir algún tipo de recompensa o estímulo por un comportamiento. Los investigadores suelen distinguir entre la imitación causada por el simple reflejo condicionado, la causada por el aprendizaje común por ensayo y error y la que implica los procesos de pensamiento superiores.