¿Estás abierto al sésamo? Nos encanta el sésamo -el sublime sabor a nuez, la fragancia- en todos los sentidos. Añadido justo antes de servir, el espolvoreado de semillas de sésamo ligeramente (y cuidadosamente) tostadas aporta un matiz aromático y sabroso a los platos dulces y salados. En Japón, las semillas de sésamo se utilizan para complementar los platos vegetarianos tradicionales y son el condimento favorito del tofu. En China, el aceite de sésamo extraído de las semillas es muy apreciado para los platos fritos. Las semillas de sésamo añaden un toque de nuez a los aliños de las ensaladas; las semillas, convertidas en una pasta, son la base del tahini. Atractiva hierba anual de 3 a 4 pies de altura, con guirnaldas de hojas anchas y opuestas, que produce un radiante espectáculo de flores tubulares amarillas (o a veces blancas, azules o moradas). Una vez que las vainas han madurado en la planta, hacia mediados de septiembre, se abren de forma natural, liberando multitud de semillas en forma de pera para una cosecha extremadamente fácil. Cultivada desde el año 3.500 a.C., tal vez la primera semilla oleaginosa cultivada, este «cultivo superviviente» es capaz de crecer donde nada más lo hace, incluso al borde del desierto.