Hibernación del romero
La hibernación del romero en el interior puede ser un reto, pero hay formas de convertir el reto en una oportunidad para poder disfrutar de esta hierba mediterránea durante todo el año.
Empiece con un romero en maceta; arrancar y mover una planta en el suelo es difícil. Si no tienes ningún romero cultivado en maceta, compra uno a finales del verano para que pase el invierno en el interior.
El romero se resiente de estar en una maceta, así que si las raíces se escapan por los agujeros de drenaje de la maceta a finales del verano, trasplántala a una maceta un poco más grande, utilizando una mezcla ligera para macetas. Unas semanas antes de llevar la planta al interior, trasládala de pleno sol a media sombra para que se adapte a niveles de luz más bajos.
Haz el último traslado al interior antes de las primeras heladas. Coloque su romero en una habitación fresca y bien iluminada o en un porche cerrado; lo ideal es que la temperatura se mantenga entre 10° y 15°C. Un lugar demasiado cálido puede estresar a la planta y atraer a la mosca blanca o la araña roja. Si esto ocurre, aplique jabón insecticida.
El romero aprecia mucha luz y puede volverse musculoso sin ella. Lo mejor es una exposición al sur o al suroeste, o colocar la planta bajo una luz fluorescente con temporizador.
Una buena circulación de aire ayuda a prevenir el oídio. No agobie la planta y manténgala alejada de lugares húmedos. Un pequeño ventilador que sople sobre la hierba durante unas horas al día aumenta la circulación del aire. Trate el oídio eliminando las hojas infectadas y rociando la planta con una mezcla de bicarbonato de sodio y agua.
El romero está clasificado como tolerante a la sequía y prospera en suelos magros y bien drenados. Sin embargo, es una hierba a la que no le gustan las condiciones completamente secas. En invierno, riegue cuando la parte superior del suelo esté seca. En primavera, cuando comience el crecimiento, mantenga la parte superior del suelo ligeramente húmeda, pero no empapada ni encharcada.
No es necesario fertilizar durante los oscuros meses de invierno, pero comience a alimentar cada dos semanas a principios de la primavera con una fórmula equilibrada, como 20-20-20.
Una vez que las temperaturas exteriores suban a unos 12°C, aclimate el romero en maceta colocándolo en el exterior a media sombra durante el día y llevándolo al interior por la noche. En cuanto haya pasado el peligro de heladas, la planta puede permanecer en el exterior durante el verano, idealmente en el lugar más cálido y soleado del jardín.
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