Algunas voces son agudas. Algunas voces son de tono bajo. Algunas voces tienen una agilidad increíble. Algunas voces son ricas y pesadas. Algunas voces son difíciles de clasificar.

El espectro de la voz humana es muy amplio. Esto hace que cada voz sea única, pero también hace que sea difícil de manejar para los compositores. Un compositor piensa en una voz principalmente en tres términos: su rango vocal específico, su timbre vocal (es decir, el color de la voz, si es, por ejemplo, suave o duro, leñoso o metálico) y su peso vocal (si la voz es ligera o pesada).

En la tradición musical clásica europea, se han desarrollado sistemas para clasificar los diferentes tipos de voz. La clasificación se utiliza para asociar las voces con los posibles papeles: ya sean héroes o enemigos, jóvenes o viejos, las voces se tipifican y tienden a interpretar siempre el mismo tipo de personaje.

El sistema de clasificación más básico se basa en el rango vocal de la voz, más concretamente en el rango en el que la voz se encuentra más cómoda (su tesitura, que en italiano significa ʽtexturaʼ). Las voces se clasifican de mayor a menor. Las voces femeninas se dividen en tres grupos: soprano, mezzosoprano y contralto. Las voces masculinas se dividen en cuatro grupos: contratenor, tenor, barítono y bajo.

Voces femeninas

Soprano: es la voz de canto más aguda, con la tesitura más alta. También es la voz femenina más común. A las sopranos se les da papeles de canto prominentes, y a menudo son las protagonistas de la ópera. Pueden cantar desde el do medio hasta dos octavas más altas (es decir, un intervalo de 15 notas completas en total).