Enfrente del árbol de mango, a unos seis metros del jardín, crecen dos palmeras que ahora son tan altas (o incluso más) que nuestra casa de dos pisos. Desde que tengo uso de razón, incluso cuando eran sólo la mitad de altas, siempre han crecido helechos en sus troncos. Sólo sé que me pregunto si eso es algo bueno o malo.

Alex y yo estábamos sentados en el jardín después de comer y, como Speedy asistía a una reunión de la universidad, yo estaba sentada en la silla que él ocupa habitualmente. En otras palabras, desde ese ángulo, tenía una visión diferente del jardín. Estábamos hablando de la casa que había detrás de la nuestra, la que nunca estaba ocupada, y cuando miré hacia arriba para contemplarla, una de las palmeras cubrió parcialmente mi línea de visión. El enfoque de mis ojos cambió. Si te dedicas a la fotografía, es como si torcieras el objetivo de la cámara para que la casa quedara de repente en segundo plano, deslavada, y la palmera quedara enfocada con nitidez.

Por primera vez, me entretuve en la idea de hacer arrancar los helechos en deferencia a las palmeras. La pregunta, por supuesto, era si era una medida sabia -o incluso necesaria-. ¿Son perjudiciales para las palmeras? Si lo son, las palmeras deberían haber muerto hace mucho tiempo. Pero prosperan como siempre lo han hecho. Y los helechos hacen sus troncos más bonitos e interesantes.

Los helechos no son como la mayoría de las plantas que crecen a partir de semillas. Los helechos se reproducen asexualmente con esporas unicelulares. No requieren polinización ni germinación de semillas. Esta reproducción «primitiva» puede explicarse en parte por el hecho de que las primeras especies de helechos aparecieron hace unos 360 millones de años. Pero aunque los helechos que conocemos hoy, incluido el helecho vegetal que tanto me gusta cocinar con crema de coco, no son los mismos que crecían en la era devónica, la especie en sí ha existido durante mucho, mucho, mucho tiempo. Los helechos son tan antiguos que figuran en los antiguos rituales de San Juan en algunas culturas de Europa del Este.

Pero por muy interesante que sea la historia de los helechos, ¿debemos permitirlos en nuestro jardín? Algunos helechos se cultivan como plantas ornamentales (mi abuela tenía macetas y macetas de ellos), mientras que otros se consideran malas hierbas invasoras. Algunos helechos son incluso parásitos: cuando crecen en plantas vivas, pueden absorber los nutrientes y las plantas anfitrionas pueden morir.

Pero nuestras palmeras donde crecen los helechos no han mostrado signos de muerte. Por lo tanto, el helecho que crece en sus troncos no puede ser parasitario. Y los helechos no crecen más allá de los confines de los troncos de las palmeras por lo que no son invasivos. Así que, creo que los dejaremos estar. Vive y deja vivir.