Género Araucaria
Los árboles son en su mayoría dioicos, con conos masculinos y femeninos que se encuentran en árboles separados, aunque ocasionalmente los individuos son monoicos o cambian de sexo con el tiempo. Los conos femeninos, normalmente situados en la parte superior del árbol, son globosos y varían en tamaño entre las especies de 7 a 25 centímetros (2,8 a 9,8 pulgadas) de diámetro. Contienen entre 80 y 200 semillas grandes y comestibles, similares a las de los piñones, aunque más grandes. Los conos masculinos son más pequeños, de 4 a 10 cm (1.6-3.9 in) de largo, y de estrechos a anchos cilíndricos, de 1.5 a 5.0 cm (0.6-2.0 in) de ancho.
El género es familiar para muchas personas como el género del distintivo pino chileno o araucaria (Araucaria araucana). El género recibe su nombre del exónimo español Araucano («de Arauco») aplicado a los mapuches del centro de Chile y el suroeste de Argentina, cuyo territorio incorpora rodales naturales de este género. Los mapuches lo llaman pehuén y lo consideran sagrado. Algunos mapuches que viven en los Andes se llaman a sí mismos pehuenches («gente del pehuén»), ya que tradicionalmente cosechaban las semillas de forma extensiva para alimentarse.
No existe un nombre vernáculo distinto para el género. A muchos se les llama «pino», aunque sólo están lejanamente relacionados con los verdaderos pinos, del género Pinus.
Los miembros de Araucaria se encuentran en Chile, Argentina, el sur de Brasil, Nueva Caledonia, la isla de Norfolk, Australia y Nueva Guinea. También existe una importante población naturalizada de Araucaria columnaris – «pino de Cook»- en la isla de Lanai, en Hawai. Muchas de las poblaciones actuales, si no todas, son relictos y de distribución restringida. Se encuentran en bosques y matorrales de maquis, con afinidad por los lugares expuestos. Estos árboles columnares son fósiles vivientes que se remontan a principios de la era mesozoica. Los registros fósiles muestran que el género también estuvo presente en el hemisferio norte hasta el final del Cretácico. La mayor diversidad existe, con mucho, en Nueva Caledonia, debido al largo aislamiento y la estabilidad de la isla.