Francisco J. Ayala
Francisco J. Ayala, cuyo nombre completo es Francisco José Ayala, (nacido el 12 de marzo de 1934 en Madrid, España), genetista evolutivo y biólogo molecular estadounidense de origen español más conocido por exponer la perspectiva filosófica de que el darwinismo y la fe religiosa son compatibles.
Ayala fue criado en Madrid por sus padres, Francisco y Soledad Ayala. Se licenció en Física por la Universidad de Madrid en 1955. Entre 1955 y 1960 estudió teología en la Facultad Pontificia de San Esteban de Salamanca, donde se ordenó sacerdote en la orden de los dominicos en 1960. Ese mismo año dejó el sacerdocio.
Ayala se doctoró (1964) en genética por la Universidad de Columbia, habiendo realizado su trabajo doctoral bajo la dirección del genetista Theodosius Dobzhansky. Su tesis examinó la aptitud genética de las moscas de la fruta (Drosophila) y reveló que el ritmo de la evolución dependía de la cantidad de variación genética en una población. Tras sus primeros cargos en la Universidad Rockefeller y el Providence College, en 1971 se convirtió en profesor de genética en la Universidad de California, Davis.
En la década de 1970 Ayala investigó el proceso de variación genética y la selección natural a nivel molecular. Más tarde hizo importantes contribuciones a la salud pública a través de sus investigaciones sobre la estructura de la población, el modo de reproducción y la evolución de los protozoos parásitos.
En 1987 se convirtió en profesor de ciencias biológicas en la Universidad de California, Irvine (UCI); fue nombrado profesor de filosofía allí en 1989. Ayala también hizo importantes donaciones financieras a la escuela. Sin embargo, en 2018 se vio obligado a dimitir después de que una investigación respaldara las acusaciones de que había acosado sexualmente a cuatro mujeres. Además, la UCI anunció que su nombre sería retirado de los edificios y de varios honores, como las cátedras dotadas.
A lo largo de su carrera, Ayala defendió la enseñanza de la evolución en las escuelas públicas de Estados Unidos, y sus esfuerzos sirvieron para fortalecer la teoría evolutiva. Fue testigo experto en el caso McLean contra el Consejo de Educación de Arkansas (1981), que anuló una ley estatal que exigía la enseñanza del creacionismo junto a la de la evolución en las clases de ciencias. En 1984 y de nuevo en 1999, fue el autor principal de Science and Creationism: A View from the National Academy of Sciences. En Darwin’s Gift to Science and Religion (2007), argumentó que las creencias creacionistas son contrarias a los conceptos teológicos. Por ejemplo, las creencias cristianas ortodoxas plantean la existencia de un Creador omnipotente y benevolente a pesar de que el mundo está lleno de depredadores, enfermedades y otros llamados «males». Señala que atribuir estos defectos a un «diseñador inteligente» pone en duda la omnipotencia y benevolencia del Creador. Sin embargo, al atribuir estos defectos al proceso de ensayo y error de la selección natural, el Creador queda absuelto de la responsabilidad del mal en el mundo.
Ayala fue miembro de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, de cuyo consejo de administración fue presidente entre 1993 y 1996. También fue asesor de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, la Fundación Nacional de la Ciencia y los Institutos Nacionales de la Salud. Entre sus numerosos reconocimientos por sus contribuciones científicas, Ayala recibió la Medalla Nacional de la Ciencia en 2002 y el Premio Templeton en 2010.