La fiebre cerebral describe una condición médica en la que una parte del cerebro se inflama y causa síntomas que se presentan como fiebre. La terminología es antigua y se encuentra con mayor frecuencia en la literatura victoriana, donde suele describir una enfermedad potencialmente mortal provocada por un grave trastorno emocional. Las condiciones que pueden describirse como fiebre cerebral incluyen:

• Encefalitis, una inflamación aguda del cerebro, comúnmente causada por una infección viral.
• Meningitis, la inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal.
• Cerebritis, inflamación del cerebro.
• Escarlatina, enfermedad infecciosa cuyos síntomas pueden incluir paranoia y alucinaciones.

En The Wound Dresser / a series of letters written from the hospitals in Washington…, by Walt Whitman, la parte llamada Letters of 1864 (about 3/4 of the way through the book), VI, una carta fechada el 15 de marzo de 1861, describe a un paciente que Whitman perdió por fiebre cerebral.

En la historia de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle «The Crooked Man», el término se utiliza para describir a una mujer que sufre un estado de shock cuando su marido ha sido asesinado. El término también se utiliza en «El tratado naval», en Las memorias de Sherlock Holmes; aquí se refiere a Percy Phelps, un antiguo compañero de colegio del Dr. Watson, que estaba angustiado tras perder importantes documentos diplomáticos. Se alteró tanto que, mientras viajaba a su casa después de dejar el caso en manos de la policía, declaró haberse convertido en «prácticamente un maníaco delirante». Phelps «estuvo más de nueve semanas inconsciente y enloquecido por la fiebre cerebral», antes de recuperarse lo suficiente como para solicitar la ayuda de Sherlock Holmes, amigo del Dr. Watson. Del mismo modo, los personajes que sufren fiebre cerebral también se mencionan en las historias de Holmes «La aventura de las hayas de cobre», «La aventura de la caja de cartón» y «La aventura del ritual de Musgrave».

También se menciona en Drácula de Bram Stoker, donde Jonathan Harker sufre fiebre cerebral después de escapar del Conde .

La fiebre cerebral se menciona en Los hermanos Karamazov, de Dostoyevski, que se manifiesta en la pesadilla de Iván con el diablo en la Parte IV, Libro XI, Capítulo 9, «Anticipándome a los acontecimientos puedo decir al menos una cosa: estaba en ese momento en vísperas de un ataque de fiebre cerebral. Aunque su salud estaba afectada desde hacía tiempo, había ofrecido una tenaz resistencia a la fiebre, que al final consiguió dominarla por completo.» La terminología también se utiliza en El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas, y en Cumbres borrascosas, de Emily Brontë.»

El caballero indio, el señor Carrisford, en Una princesita, de Francis Hodgson Burnett, y el capitán Crewe, el padre de Sarah, experimentan ambos fiebre cerebral cuando creen que sus inversiones en las minas de diamantes han perdido su valor.

Un técnico acusa a un robot de tener «fiebre cerebral» en el cuento de 1945 de Isaac Asimov «Escape», incluido en la colección de 1950 I, Robot.

La fiebre cerebral se menciona en Squire Toby’s Will de Joseph Sheridan Le Fanu.

En el episodio de la segunda temporada de Daria «Ill», Jane explica que el motivo de la estancia de Daria en el hospital es la fiebre cerebral, diciendo: «Es una cosa que los cerebros consiguen…. normalmente si sólo lees un best-seller se te pasa.»

La fiebre cerebral también se menciona en el videojuego de 2012 Dishonored, ya que se dice que uno de los personajes secundarios, Piero Joplin, la padece en ocasiones.

En The Way of All Flesh, de Samuel Butler, Ernest desarrolla fiebre cerebral tras ser enviado a prisión por agresión sexual.