Hay una pésima noticia para los padres de niños con picazón en la cabeza: Los huevos de los piojos pueden tardar dos semanas en eclosionar en el cabello humano, lo que hace que los tratamientos estándar de despiojamiento de 7 días sean ineficaces en algunos casos. Nuevas investigaciones demuestran que, si las condiciones son adecuadas, los huevos, llamados liendres, pueden permanecer inactivos durante el tratamiento, para salir más tarde y volver a infestar el cuero cabelludo. Según dicen, puede ser necesaria una tercera aplicación al cabo de 14 días para eliminar las liendres de eclosión lenta.

Los piojos no ponen sus huevos directamente en la piel, sino que depositan las liendres en la base del tallo del cabello. El momento de la eclosión de los piojos en una cabeza humana es difícil de seguir porque los piojos adultos ponen huevos continuamente, ocultando las eclosiones anteriores, y la eficacia de los insecticidas tradicionales en los huevos es variable. Las estimaciones anteriores sobre el tiempo que las liendres permanecen viables oscilaban hasta los 14 días, pero muchos de esos trabajos se remontan a las décadas de 1920 y 1930, cuando los investigadores criaban piojos del cuerpo dentro de cajas atadas al brazo o al tobillo de una persona. Los trabajos más recientes se basan en piojos criados en incubadoras de laboratorio, que son más estables que la amplia gama de temperaturas y limpieza que se encuentra en un cuero cabelludo humano.

Para obtener una estimación más fiable, el entomólogo médico Ian Burgess, de Insect Research & Development Ltd., en Cambridgeshire (Reino Unido), analizó los datos de 20 estudios anteriores sobre tratamientos que matan a los piojos por medios físicos, como lociones que asfixian a los insectos, pero no matan los huevos. No incluyeron los tratamientos con insecticidas porque los piojos en todo el Reino Unido han desarrollado resistencia a los fármacos estándar, dice Burgess, lo que ha llevado a más médicos a probar un enfoque de fuerza bruta que no depende de los insecticidas.

Los datos de 1895 pacientes revelaron casos en los que los técnicos encontraron ninfas de piojos recién eclosionadas el día 14 después de comenzar el tratamiento, aunque la segunda aplicación en el cuero cabelludo se había producido 7 días antes. «Algunas habían surgido sólo una o dos horas antes de la comprobación», afirma Burgess. Para descartar los casos en los que se había producido una reinfestación por parte de otro niño, o en los que algunos piojos adultos habían escapado al tratamiento, excluyó los casos con piojos que parecían más antiguos que el número de días transcurridos desde el último tratamiento. Quedaron casi dos docenas de casos, suficientes para comprobar que un puñado de liendres puede durar más que los protocolos de tratamiento estándar, informa Burgess en un próximo número de Medical and Veterinary Entomology.

Aunque los propios tratamientos pueden desempeñar un papel, es probable que la temperatura del cuero cabelludo de una persona sea el factor más importante en el tiempo que tardan los huevos en eclosionar, dice Burgess. La ubicación y el peinado también son importantes: Los piojos se desarrollan más rápido a temperaturas más cálidas, por lo que eclosionan más rápidamente cuando se depositan en el pelo grueso y cálido de la nuca que en el pelo más fino de la parte superior y delantera del cuero cabelludo.

El análisis es el más riguroso realizado hasta ahora para cuantificar los tiempos de eclosión de los piojos, dice Rich Pollack, entomólogo de salud pública de la Universidad de Harvard. «Deberían tenerlo en cuenta quienes tratan de tomar una decisión sobre el tratamiento», dice Pollack, y observa que es probable que sólo un pequeño número de pacientes necesite una tercera dosis.

Los nuevos insecticidas orales pueden hacer que la cuestión de los tiempos de eclosión sea discutible, señala Pollack. Estos fármacos, que ya se pueden adquirir con receta en Estados Unidos, tienen una eficacia de hasta el 85% en la eliminación de los piojos y los huevos con una sola dosis, lo que evita que los padres tengan que rociar varias veces el cuero cabelludo de un niño que se retuerce.