Los vestuarios pueden ser un lugar difícil. Algunas personas se sienten más cómodas que otras. Es estupendo que te sientas cómodo con tu cuerpo y que no te moleste cambiarte en los vestuarios, pero también es importante reconocer que otros pueden no sentirse tan cómodos con ello. Para ayudarte, hemos dado algunos consejos que sirven para todos.

No te entretengas

Básicamente, entra y sal. Entra, cámbiate, haz lo tuyo y sal. En algunos momentos del día, los vestuarios están llenos de gente. No es una hora social, algunas personas tienen prisa y necesitan moverse rápidamente. Es difícil hacerlo cuando la sala está llena de conversaciones.

Cuida el tiempo de tu ducha

Las duchas de 20 minutos están generalmente mal vistas en el gimnasio. Las duchas están muy solicitadas. La gente se enjuaga antes de usar la piscina y se ducha después de un entrenamiento. Haz lo que tengas que hacer y pasa tu ducha a la siguiente persona.

Evita tu teléfono

Los teléfonos están prohibidos en los vestuarios. No hables por teléfono. No respondas a una llamada ni la inicies. No envíes mensajes de texto, Snapchat o te hagas un selfie después del entrenamiento. Los vestuarios son un espacio seguro. Respeta eso.

Sécate

Tanto si sales de la ducha como si vienes de la piscina, intenta no dejar un rastro de agua. Es peligroso.

Sé consciente de tu entorno

Todos conocemos a esa persona del gimnasio que ocupa todo el banco y varias taquillas cada vez que está allí. Este es un espacio comunitario. Reconoce cuando está ocupado y cuando hay gente a tu alrededor. Intenta darles el mismo espacio.

No te pases con los sprays

Esto significa laca, perfume y desodorante en spray. Las personas que te rodean pueden tener alergias o ser sensibles a esos olores. En los vestuarios hay mucha gente metida en un espacio pequeño y los aerosoles viajan lejos.

Mantén las conversaciones al mínimo

No es necesario que le grites a tu amiga a través de la habitación mientras te cuenta sus planes para el fin de semana y no es necesario que compartas información personal con las personas que te rodean. Si conoces a las personas que están en el vestuario contigo, ¡es genial! Saluda, sigue adelante y lleva tu conversación al vestíbulo.