Esquizofrenia
¿Qué es la esquizofrenia?
Los pacientes con esquizofrenia tienen un trastorno de salud mental en el que las sinapsis cerebrales que controlan los pensamientos, sentimientos y acciones comienzan a fallar. Como resultado, los pacientes pueden apartarse de las relaciones personales o desconectarse de la realidad.
Aproximadamente 3,2 millones de estadounidenses padecen este trastorno y, sin embargo, mucha gente malinterpreta gravemente la esquizofrenia. Los pacientes pueden desarrollar el trastorno en cualquier momento de sus vidas, pero la mayoría experimenta sus primeros síntomas en la edad adulta temprana.
Aunque la mayoría de los trastornos mentales pueden desaparecer, los pacientes con esquizofrenia viven con el trastorno durante toda su vida. Aunque las personas con esquizofrenia nunca pueden librarse por completo de esta enfermedad, pueden controlar sus síntomas y llevar una vida sana con tratamiento. Si interrumpen el tratamiento, los problemas vuelven a aparecer.
Cuando la esquizofrenia se activa, los pacientes experimentan dificultades con varias funciones cognitivas que otras personas dan por sentadas. Los pacientes pueden tener problemas de motivación, memoria y concentración. La esquizofrenia no tratada también hace que los pacientes perciban la realidad, expresen emociones y se relacionen con los demás de forma diferente.
Mitos sobre la esquizofrenia
Aunque todos los pacientes de salud mental se enfrentan a cierta estigmatización, la gente malinterpreta especialmente la esquizofrenia. El desconocimiento general del trastorno y las representaciones desinformadas en los medios de comunicación alimentan las falsedades sobre la enfermedad y las personas que la padecen. Acabar con estos mitos es un paso esencial para ayudar a los pacientes a buscar los tratamientos que necesitan.
Mito: La esquizofrenia significa que alguien tiene múltiples personalidades
El 64% de los adultos en Estados Unidos cree que las personas con esquizofrenia viven con varias personalidades en su mente. Esta creencia es falsa. El trastorno de personalidad múltiple y la esquizofrenia no sólo son enfermedades distintas, sino que tienen muy poco en común.
Mito: Las personas con esquizofrenia son intrínsecamente violentas
Desgraciadamente, mucha gente cree que las personas que viven con esquizofrenia actúan con violencia. A veces, las personas con esquizofrenia se vuelven violentas, pero lo mismo ocurre con las personas que no tienen el trastorno. Los casos en los que las personas con esquizofrenia cometen actos violentos suelen venir acompañados de factores atenuantes, como el abuso de sustancias.
Mito: Los pacientes con esquizofrenia sólo deben vivir en instituciones mentales
Los persistentes malentendidos en torno a la esquizofrenia llevan a mucha gente a creer que las personas con el trastorno deben ser encerradas en hospitales mentales sin esperanza de reincorporarse a la sociedad. Esta idea no sólo es obsoleta, sino que impide que las personas con síntomas esquizofrénicos busquen el tratamiento que necesitan. Temen ser expulsados de la sociedad, por lo que sufren innecesariamente.
Los pacientes de hoy en día reciben compasión y un tratamiento eficaz. Los pacientes que acuden a un tratamiento residencial lo hacen para mantenerse a salvo y suelen permanecer durante períodos cortos.
Causas de la esquizofrenia
Los investigadores de salud mental siguen buscando las causas precisas de la esquizofrenia. Los estudios sugieren que la genética desempeña un papel importante a la hora de determinar quién desarrolla el trastorno. Además, ciertos factores ambientales pueden tener relación con el trastorno. Por ejemplo, cuando las mujeres se exponen a ciertos virus o toxinas durante el embarazo, sus bebés tienen mayores tasas de esquizofrenia.
Según las investigaciones actuales, los factores de riesgo del trastorno incluyen:
- La esquizofrenia en los antecedentes familiares biológicos de una persona
- Ciertos trastornos autoinmunes
- El consumo de drogas durante la adolescencia y los primeros años de la vida adulta de una persona
- Una madre biológica que tuvo dificultades específicas en el embarazo
- Inflamación crónica
- Padres biológicos por encima de la edad media
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¿Es la esquizofrenia genética?
Claramente, los genes no son el único factor de riesgo conocido para la esquizofrenia. Sin embargo, desempeñan un papel importante. Actualmente, los expertos creen que varios genes pueden contribuir a la herencia de la esquizofrenia, en lugar de la mutación de un solo gen.
Aunque tener un padre o un abuelo con esquizofrenia aumenta el riesgo de que una persona sufra el trastorno, no garantiza este destino. De hecho, un gemelo idéntico puede desarrollar esquizofrenia mientras que el otro nunca lo hace. Esto sugiere que algunos factores ambientales desempeñan un papel.
Cualquier persona a la que le preocupe que pueda padecer o transmitir esquizofrenia debería consultar con un profesional.
Síntomas de la esquizofrenia
La esquizofrenia afecta a muchas áreas y procesos del cerebro. Por ello, los pacientes experimentan una amplia gama de síntomas. El trastorno también afecta a cada persona de forma diferente. Sin embargo, algunos signos comunes de la esquizofrenia incluyen:
- Falta de memoria
- Delirios
- Pocas prácticas de higiene
- Catatonia
- Alucinaciones
- Baja energía y estado de ánimo deprimido
- Dificultad para completar tareas
- Problemas para para dormir
- Desorganización del habla o de los patrones de pensamiento
- Habla monótona
- Distancia de los seres queridos
- Disminución del rendimiento en la escuela o en el trabajo
- Irritabilidad
- Pérdida de interés en las actividades antesactividades amadas
- Paranoia
- Intereses o tics
Es importante saber que algunos de estos síntomas pueden indicar otras enfermedades mentales. Sólo un profesional de la salud mental puede diagnosticar a alguien con cualquier trastorno mental, incluida la esquizofrenia.
Pruebas &Diagnóstico de la esquizofrenia
Debido a que la esquizofrenia es un trastorno que dura toda la vida y requiere un tratamiento intensivo, los psiquiatras deben estar absolutamente seguros antes de diagnosticar a un paciente con este trastorno. En primer lugar, los médicos realizan exámenes físicos a los pacientes para buscar cualquier problema que pueda causar síntomas similares. Esto puede incluir pruebas de imagen, como resonancias magnéticas y tomografías computarizadas.
Las exploraciones pueden mostrar convulsiones o lesiones cerebrales traumáticas, que pueden explicar los síntomas sin esquizofrenia. Si el paciente tiene esquizofrenia, los médicos pueden ver una actividad cerebral alterada que los alerte de este diagnóstico.
El proceso de diagnóstico también implica evaluaciones psiquiátricas. Los pacientes hablan de sus signos, de sus historias personales y de cualquier enfermedad mental en sus familias. Debido a la naturaleza del trastorno, algunas personas con esquizofrenia necesitan a sus seres queridos para que les ayuden en esta parte del proceso.
Aunque el proceso parece desalentador, proporciona al equipo asistencial una imagen completa de la salud mental del paciente. Esta información les permite realizar un diagnóstico preciso y trazar planes de tratamiento.
Tratamientos para la esquizofrenia
Si el largo proceso de diagnóstico revela que un paciente tiene esquizofrenia, necesitará tratamiento de por vida. El equipo de atención del paciente puede incluir enfermeras, trabajadores sociales, terapeutas y psiquiatras. Cada persona del equipo de atención desempeña un papel para ayudar al paciente a superar los síntomas.
A menudo, los pacientes recién diagnosticados necesitan permanecer en centros de tratamiento residencial durante un tiempo. Los equipos de atención tratan los síntomas más peligrosos, como los pensamientos suicidas o las alucinaciones. Esta estancia puede incluir medicamentos y terapia de conversación. Una vez que los pacientes se estabilizan, a menudo pueden volver a sus casas.
Cuando las personas con esquizofrenia viven fuera del tratamiento residencial, deben seguir asistiendo a las sesiones regulares de terapia y a las citas de control de la medicación. Los psiquiatras suelen recetar medicamentos antipsicóticos a estos pacientes. Sin embargo, las personas con esquizofrenia también pueden necesitar ansiolíticos o antidepresivos. Las dosis adecuadas de cada uno de ellos pueden ayudar a mantener los síntomas a raya.
Los terapeutas ayudan a los pacientes a aprender lo que puede desencadenar sus síntomas y las mejores formas de enfrentarse a estos desencadenantes. También ayudan a los pacientes a procesar las intensas emociones que puede provocar un diagnóstico de por vida. A veces, la familia y los amigos de la persona participan en las sesiones de terapia para aprender a apoyar mejor a su ser querido.
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