A pesar de lo comunes que pueden parecer estas cañas en algunas zonas, no son ni de lejos lo que fueron. Los colonos europeos escribieron sobre vastos tramos de ríos y pantanos completamente cubiertos de caña. Los llamaron «canebrakes» y persistieron como tales debido a la importancia de la Arundinaria para los nativos americanos. Las quemas regulares creaban las condiciones perfectas para que la caña prosperara y así fue.

Debido a que fue tan prolífica, sus impactos ecológicos fueron bastante inmensos. Muchos animales dependían de los cañaverales para alimentarse, refugiarse y reproducirse. Por desgracia, la caña también era muy codiciada como alimento para el ganado. El pastoreo insostenible pasó factura, al igual que la supresión de los incendios. Además, los suelos ricos y la topografía relativamente plana en la que suelen crecer estas cañas eran también el lugar preferido para la agricultura. De hecho, los colonos utilizaban los cañaverales como indicador de buenos suelos. Se desbrozaron y araron vastas hectáreas de caña. Por desgracia para la caña y el hábitat que creó, cuando desapareció, también lo hizo gran parte de su función.

Una vez despejada, la caña tarda en volver. Su tendencia a no florecer con frecuencia hace que se produzcan pocas semillas. Incluso la reproducción clonal puede ser tediosa si no se dan las condiciones adecuadas. La caña ha perdido la mayor parte del terreno en el que antes crecía. Con ella se fueron componentes vitales del ecosistema del sureste. Incluso se ha sugerido que la pérdida de cañaverales desempeñó un papel importante en la extinción de la curruca de Bachman (Vermivora bachmanii), aunque es difícil asegurarlo.

Aunque las tres especies de cañas persisten hoy en día, no son los constructores de ecosistemas que fueron en su día. Se necesitarán muchos cambios aquí en América del Norte, tanto ecológica como culturalmente, antes de que estos tres bambúes puedan recuperar gran parte de su antigua área de distribución. Aun así, son plantas interesantes y vale la pena tomarse un tiempo para disfrutarlas.

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