Sólo estamos empezando a arañar la superficie del potencial de la inmunoterapia para tratar el cáncer.

En una entrevista con Healthline, Chan dijo que la mayor parte del interés reciente en la inmunoterapia tiene que ver con una clase de fármacos conocidos como inhibidores del punto de control inmunológico.

Explicó que el cáncer a veces engaña a las células T con una proteína que funciona como una máscara. La proteína, denominada PD-L1, impide que las células T reconozcan las células cancerosas. En lugar de atacar, las células T permiten que las células cancerosas crezcan.

Chan dijo que los investigadores del cáncer llevan 30 años intentando aprovechar el sistema inmunitario.

«Hace aproximadamente una década, empezaron a desarrollar anticuerpos para tratar el cáncer de mama HER2-positivo», dijo. «Es una forma muy agresiva de cáncer de mama. Tiene mayores tasas de recurrencia y de mortalidad que otros cánceres de mama. Era muy difícil de tratar antes de la inmunoterapia»

Hasta que apareció un fármaco llamado Herceptin.

Herceptin se une a los receptores HER2 y los bloquea de las señales de crecimiento. Al mismo tiempo, estimula el sistema inmunitario para que destruya las células cancerosas.

Chan dijo que Herceptin ha mejorado drásticamente la tasa de curación del cáncer de mama HER2-positivo. Algunas de sus pacientes han estado en remisión durante 10 años o más.

«Cuando se interrumpe esa vía, se desenmascara el cáncer para que las células T lo reconozcan y se activen. El resultado es una reducción significativa del cáncer y la prolongación de la supervivencia», dijo.

Señaló que actualmente hay cuatro fármacos aprobados por la FDA que funcionan a través de este tipo de vía.

El melanoma maligno, el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP), el de riñón, el de vejiga y el de cabeza y cuello pueden tratarse con inhibidores de puntos de control inmunitarios.

Según Chan, entre una cuarta y una tercera parte de los pacientes tratados con inhibidores de puntos de control inmunitarios muestran signos de regresión o remisión.

Añadió que, en su mayor parte, la inmunoterapia se tolera bastante bien y puede continuar indefinidamente. A diferencia de la quimioterapia y la radiación, la inmunoterapia deja intactas las células sanas.

Sin embargo, a veces el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada a la terapia. Eso significa que el tratamiento debe interrumpirse mientras se tratan los efectos secundarios. Chan dijo que durante ese tiempo, el cáncer suele permanecer bajo control.

Una reacción exagerada del sistema inmunitario es potencialmente mortal.

No todos los pacientes responden a la inmunoterapia.

«No es una cura para todo. Cuando funciona, lo hace muy bien. Pero la mayoría de los pacientes no responden a los inhibidores de puntos de control», dijo Chan. «Si utilizamos la inmunoterapia para un cáncer típico aprobado, uno de cada tres pacientes se beneficiará»

Actualmente, no hay forma de saber de antemano en qué categoría entrarán los pacientes.

«No todos los anticuerpos son iguales, ni todos los cánceres son iguales. Lo difícil es tratar de identificar, molecularmente, qué pacientes se beneficiarán. A través de la investigación, tendremos que averiguarlo cáncer por cáncer y fármaco por fármaco», dijo Chan.

La combinación de inmunoterapias con otros tratamientos contra el cáncer puede ser prometedora, pero Chan explicó que se trata de una cuestión complicada.

«No va a ser algo sencillo en el que haya una única forma de tratar el cáncer. Pero sin duda, mejorará las tasas de curación y la calidad de vida», dijo.

El Dr. Mark Faries, director del Programa de Investigación del Melanoma Donald L. Morton, M.D., y director de inmunología terapéutica en el Instituto del Cáncer John Wayne del Centro de Salud Providence Saint John en California, está de acuerdo.

Dijo a Healthline que todavía es demasiado pronto para decir cuán segura y eficaz será la terapia combinada.

«Sabemos que algunas combinaciones de inmunoterapias son mejores que una inmunoterapia por sí sola», dijo. «Hay ensayos clínicos para evaluar la combinación de estos medicamentos con otros tipos de tratamientos, como la quimioterapia, las terapias dirigidas y la radiación. También hemos tenido buenas experiencias con pacientes que han recibido inmunoterapia y cirugía. Pero la respuesta completa a esta pregunta llegará a través de múltiples ensayos clínicos en los próximos años».

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