El tratamiento puede controlar eficazmente los síntomas de la miastenia grave

Jun 9, 2021
admin

El tratamiento puede controlar eficazmente los síntomas de la miastenia grave

28 de octubre de 2011

Dear Mayo Clinic:

Mi marido tiene 82 años y le han diagnosticado miastenia grave y ahora está medicado. ¿Cuál es la evolución de este trastorno inmunológico? ¿Cómo se trata?

Respuesta:
Espero que su marido esté respondiendo bien a su medicación. El tratamiento puede controlar los síntomas de la miastenia gravis de forma muy eficaz.

La miastenia gravis afecta a la capacidad de los nervios para controlar la actividad muscular. El trastorno hace que algunos músculos pierdan fuerza, empeorando normalmente con el uso repetido o sostenido y mejorando con el descanso. En la mayoría de las personas con miastenia gravis, la debilidad muscular es temporal y reversible, y tiende a aumentar y disminuir con el tiempo. Dado que el trastorno no conduce a la pérdida progresiva de la función o a la parálisis, la descripción de enfermedad progresiva no se aplica realmente. Se trata más bien de una enfermedad de debilidad fluctuante.

Una enfermedad rara, la miastenia gravis puede aparecer a cualquier edad, pero es más común en los adultos. Aunque la enfermedad no se hereda directamente, suele haber antecedentes personales o familiares de otras enfermedades autoinmunes. La miastenia gravis puede ser de leve a grave. En algunos casos, los síntomas son tan mínimos que no es necesario ningún tratamiento. Incluso en los casos moderadamente graves, con tratamiento, la mayoría de las personas pueden seguir trabajando y viviendo de forma independiente. La esperanza de vida es normal, excepto en casos raros.

Como usted señala, la miastenia gravis es un trastorno inmunológico. En esta y otras enfermedades autoinmunes, generalmente, el sistema inmunitario funciona bien, combatiendo las infecciones y otros invasores extraños al organismo. Pero también ataca por error algunos de los tejidos del propio cuerpo, en este caso la unión neuromuscular, donde las terminaciones nerviosas liberan transmisores químicos que estimulan la contracción de los músculos.

Los músculos que controlan los párpados y el movimiento de los ojos son los más comúnmente afectados, aunque la enfermedad no conduce a la pérdida de la vista. En aproximadamente el 10% de los casos de miastenia gravis, sólo están afectados los músculos del ojo. En la mayoría de las personas, sin embargo, los síntomas comienzan en los ojos y luego se extienden a otros músculos, que pueden incluir los que controlan el habla, la masticación, la deglución o la respiración (músculos bulbares), o los del cuello, el tronco o las extremidades.

Los efectos de la miastenia gravis suelen variar con el tiempo. La enfermedad suele verse directamente afectada por el estado de salud general de la persona, incluyendo la condición física, los patrones de sueño, los cambios hormonales, otras enfermedades, los medicamentos e incluso el estado emocional. El estrés y la falta de descanso son culpables habituales de agravar los síntomas de la miastenia gravis. Mantener un estilo de vida saludable es clave para controlar el trastorno.

El tratamiento con medicamentos puede corregir la comunicación defectuosa entre los nervios y los músculos, mejorando así la fuerza. Un tipo de medicamento potencia la comunicación neuroquímica directamente durante varias horas después de cada dosis. Si el alivio de los síntomas no es adecuado, pueden utilizarse medicamentos dirigidos a suprimir o modular la función inmunitaria. Estos tratamientos pueden implicar algunos riesgos médicos, por lo que sólo se utilizan si los síntomas son graves. En los casos en los que la capacidad de respirar o tragar con seguridad se ve comprometida, existen tratamientos de rescate agresivos.

Alrededor del 10 por ciento de las personas con miastenia gravis tienen un tumor en el timo (situado detrás del esternón) que debe ser extirpado quirúrgicamente. Normalmente, el timo está activo en la programación del sistema inmunitario durante el desarrollo temprano, y luego la glándula se encoge durante la infancia y en la edad adulta. La actividad reactivada o persistente del timo (hiperplasia tímica, observada en el 70% de los pacientes) puede causar o agravar la miastenia gravis. En algunas personas que tienen la enfermedad generalizada, la extirpación del timo puede reducir la actividad de la enfermedad o desencadenar la remisión.

No existe un programa de tratamiento único para la miastenia gravis. Hay muchas opciones disponibles, y el tratamiento se adapta a cada persona. Los investigadores están buscando una cura o un tratamiento preventivo para la miastenia gravis. Afortunadamente, los tratamientos actuales controlan los síntomas de este trastorno de forma muy eficaz, y las perspectivas de una vida larga y productiva son excelentes para la mayoría de los pacientes.

– Kathleen McEvoy, M.D., Ph.D., Neurología, Clínica Mayo, Rochester, Minn.

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