El síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS) y el dolor crónico
¿Qué es el POTS (síndrome de taquicardia ortostática postural) y cómo se relaciona con el dolor crónico?
El síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS) es una afección que afecta a la circulación (flujo sanguíneo). Normalmente, el corazón y los vasos sanguíneos trabajan juntos para mantener todo el cuerpo abastecido de sangre y oxígeno independientemente de la posición del cuerpo. El POTS interrumpe la coordinación entre la compresión de los vasos sanguíneos y la reacción del ritmo cardíaco.
Con el POTS, los cambios de posición de acostado a sentado y de pie pueden desencadenar síntomas de aturdimiento, desmayo o aceleración del ritmo cardíaco. Sin embargo, cada paciente puede verse afectado por el POTS de forma diferente en cuanto a la duración, la gravedad o el tipo de síntomas.
El dolor es habitual en los pacientes con POTS. Algunas causas del POTS (como la neuropatía de fibras pequeñas) y la inactividad debida a las restricciones físicas de la enfermedad pueden empeorar el dolor. El POTS también se asocia a dolores de cabeza y de cuello, ya que la sangre no llega a los músculos y al cerebro.
¿Qué es el dolor crónico?
El dolor se comunica al cerebro a través de las fibras nerviosas y normalmente funciona para proteger al cuerpo. Por ejemplo, cuando un animal te muerde, se envía una señal de dolor a tu cerebro para que tomes medidas no sólo para detener el dolor, sino también para evitarlo en el futuro. En el dolor crónico, el cambio que se produce en el sistema nervioso y que modifica la forma de señalar el dolor se denomina «desadaptativo», porque las señales de dolor ya no sirven para protegerle. El dolor crónico puede adoptar muchas formas, como la fibromialgia (dolor generalizado), la migraña, el dolor de cabeza y el dolor pélvico y abdominal.
El dolor crónico puede durar meses o años y afecta negativamente a la persona tanto mental como físicamente. Como resultado, puede interferir en el desempeño de las actividades cotidianas.
¿Cuáles son los síntomas del POTS?
El cuerpo responde al POTS con oleadas de adrenalina que pueden hacer que el corazón se acelere, crear sentimientos de nerviosismo, aumentar la ansiedad y desencadenar la tensión muscular. La adrenalina es la señal de lucha o huida en su cuerpo, por lo que se siente como si estuviera listo para saltar en cualquier momento. Esto puede causar dolor debido a la constante sensación de «alerta máxima» en tus músculos. El dolor o la tensión son comunes en el POTS debido a que el cuerpo libera demasiada adrenalina.
La acumulación venosa, cuando su sangre se hunde en las piernas, es común en el POTS. Casi dos botellas de agua de sangre se depositan en las piernas después de estar de pie debido a la fuerza de gravedad. Las piernas se hinchan, duelen y hormiguean.
¿Cuáles son las causas del POTS y del dolor crónico?
- Daños que conducen al dolor neuropático: El dolor neuropático es un dolor relacionado con los nervios causado por un daño o una disfunción del sistema nervioso. Este dolor suele ser una sensación de ardor, hormigueo o punzada, y puede ser constante o intermitente. El daño que provoca el dolor neuropático también puede ser una causa del POTS. Los daños en el suministro de nervios pueden provocar una disfunción de los músculos de los vasos sanguíneos. La señal del sistema nervioso al suministro de sangre se pierde, lo que puede causar los síntomas del POTS. La sangre se acumula en las piernas y los cambios de posición del cuerpo desencadenan entonces los síntomas del POTS.
- Sensibilización central: En esta condición, el sistema nervioso aumenta la entrada sensorial en todo el cuerpo, lo que conduce a una mayor sensibilidad. La sensibilización central hace que los nervios reaccionen antes de lo normal. Los nervios que normalmente señalan sensaciones de tacto o presión pueden verse afectados de manera que comunican sensaciones de dolor en su lugar. Por ejemplo, cosas que normalmente no causan dolor, como la ropa, pueden dar lugar a una mayor señalización. El resultado es que a su cerebro le resulta más fácil «sentir» el dolor, aunque lo que está desencadenando el dolor en su cuerpo no desencadenaría el mismo dolor en otra persona.
- Dolor por disautonomía: El sistema nervioso autónomo, al que también afecta el POTS, es responsable de las funciones corporales, como la respiración, la regulación de la presión arterial, la digestión y la regulación de la temperatura. En la disautonomía (también llamada neuropatía autonómica o disfunción autonómica), el sistema nervioso autónomo no funciona correctamente.
¿Cómo se maneja el POTS y el dolor crónico?
Algunas personas se alivian con analgésicos, otras no. La clave para controlar el dolor con POTS es encontrar la combinación adecuada de terapias. Para algunas personas, esto incluye medicamentos, fisioterapia, psicología de la salud, meditación, programas de ejercicios personalizados y biorretroalimentación. Encontrar el régimen adecuado para usted lleva tiempo, pero es posible y muchos pacientes encuentran el equilibrio adecuado que les funciona.
- El cuidado rutinario del POTS con medias de compresión, hidratación, sal y ejercicios de fortalecimiento de las piernas puede ayudar a que sus piernas se sientan mejor.
- El ejercicio desencadena las endorfinas de su cuerpo que mejoran su estado de ánimo y disminuyen la sensación de dolor. Algunas personas con POTS sienten que no tienen suficiente fuerza o energía para hacer ejercicio, por lo que se necesita tiempo para llegar a sentirse mejor. Estos pasos pueden ayudar:
- Establezca objetivos razonables y graduales. Si no ha podido caminar, empiece con ejercicios en la silla.
- Si sólo camina de la cama al sofá, empiece por caminar esa distancia con más frecuencia durante el día.
- Aumentar la resistencia y la fuerza muscular lleva tiempo, pero la recompensa es sentirse mejor en su propio cuerpo: disminución del dolor y disminución de los síntomas del POTS.
- Se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual (TCC) mejora los síntomas en toda la gama de síndromes de dolor crónico y en diferentes pacientes. La TCC es una forma de entrenar el proceso de pensamiento, de forma similar a como se aprenden las reglas de un nuevo juego. Puedes enseñarte a ti mismo nuevas reglas sobre cómo pensar. Se centra en pequeñas intervenciones y no requiere grandes cantidades de tiempo o práctica.
¿Cómo se vive con el POTS y el dolor crónico?
Sentirse traicionado por su cuerpo, aunque no necesariamente «parezca enfermo» para los demás, puede ser aislante y desalentador. El primer paso es decidir que tiene la capacidad de mejorar cómo se siente.
Hay un ciclo de retroalimentación en los pacientes con POTS y dolor crónico. Al tomar las riendas de su autoagencia, podrá romper el ciclo. El dolor crónico interfiere con su capacidad para moverse, completar las actividades diarias y hacer ejercicio. Esto conduce a un desacondicionamiento, empeorando sus síntomas de POTS y dolor crónico.
Romper el ciclo es la clave para mejorar sus síntomas. Puede parecer una tarea desalentadora, pero no está solo. Aproveche recursos como un programa de rehabilitación del dolor crónico o un régimen de ejercicios para el POTS. Recuerde que será un proceso y que reentrenar su cuerpo y su cerebro lleva tiempo.
Más sugerencias para ayudarle:
- Utilice su sistema de apoyo y su equipo sanitario. Cada persona tendrá un equipo de apoyo diferente, pero su equipo sanitario es una constante. Comprométase y edúquese sobre su enfermedad para poder abogar por lo que necesita de los demás, tanto dentro como fuera de la clínica. No tenga miedo de pedir ayuda a quienes le rodean.
- Si tiene familia, anímela a aprender más sobre su enfermedad y enséñele formas de ayudarle. Por ejemplo, pídales que le ayuden a hacer la compra, a preparar las comidas y a realizar su programa de ejercicios. En este equipo de apoyo usted es el capitán, así que no dude en pedir lo que necesita.
- Si quiere comer más sano pero no puede ir a la tienda de comestibles para conseguir los ingredientes adecuados, pruebe con un servicio de entrega a domicilio o en el coche, o pida a un amigo/vecino que le recoja algunas cosas cuando salga.
- Escuche a su cuerpo y lo que necesita. Lo más importante es que recuerde que las personas de su equipo de apoyo se preocupan por su salud y quieren ayudarle.
- Siga su progreso con un diario o una aplicación para poder ver hasta dónde ha llegado. En el día a día, puede ser difícil ver cuánto ha progresado. Lleva un diario que celebre tus éxitos para recordártelo.
- Usa el pensamiento positivo y el refuerzo para crear nuevos hábitos. Antes de irse a dormir cada noche piense en tres logros del día. Esta mentalidad positiva le ayudará a energizarse y motivarse para hacer tres más al día siguiente.
- Empiece con algo pequeño. Un logro podría ser reducir el tiempo que pasa en la cama. Mantenga los objetivos pequeños y realistas para que pueda volver a entrenar a su cerebro a ser recompensado por estos comportamientos positivos. Con el tiempo, puede subir el listón y exigirse más a sí mismo.
- Recuerde que cada viaje es personal y que usted es quien decide lo que es correcto para su cuerpo. Si tienes un mal día o sientes que no estás haciendo lo suficiente, recuerda que sentirse mal es temporal. Un mal día no significa que haya fracasado, que se haya rendido o que nunca vaya a lograr sus objetivos.
- Practique hablar consigo mismo de la misma manera que habla con un amigo. Sea amable y comprensivo. Usted tiene la capacidad de cambiar la forma en que se siente, y con la ayuda de su equipo sanitario puede mejorar su forma de vida.
Cosas clave a recordar sobre el POTS y el dolor:
- El dolor es común en los pacientes con POTS y tiene muchas causas.
- No todas las personas con POTS tienen dolor causado por la neuropatía – las subidas de adrenalina y la acumulación de sangre pueden contribuir al dolor con el POTS.
- El dolor puede tratarse con combinaciones individualizadas de medicamentos, fisioterapia, psicología de la salud, meditación, programas de ejercicio personalizados y biorretroalimentación.