El poder de la lengua
La muerte y la vida están en el poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto. – Proverbios 18:21
En cada uno de nosotros habita un poder formidable. Este poder ha cambiado el curso de las naciones. Es capaz de iniciar y terminar guerras. Y ha hecho a los hombres ricos y a las mujeres famosas. Tiene los medios para elogiar o corromper, para bendecir o culpar. Es el poder de la lengua.
Dios desea que utilicemos este poder para dar gloria a su nombre y hacer avanzar su reino aquí en la Tierra. Él quiere que hablemos con amor y que declaremos la verdad con valentía. Pero, Satanás también quiere una parte de esa acción. El trata de mantenernos en la oscuridad acerca del poder de nuestras palabras y nos tienta a usarlas para el daño en lugar de la esperanza.
Es por eso que haríamos bien en cuidar nuestras bocas, pero les diré que no es algo fácil de hacer. Además del versículo anterior, que nos recuerda que nuestras palabras tienen el poder de la vida y la muerte, Marcos 11 nos recuerda que nuestras palabras tienen el poder de arrojar montañas enteras al mar y marchitar higueras. ¿Cómo podríamos esperar domar una cosa como la lengua (Santiago 3:1-12)?
Por eso debemos entregar todo nuestro ser a Cristo y recordar que cuando lo llamamos Señor, eso lo convierte en nuestro amo y a nosotros en sus esclavos. Sólo entonces, con la lengua sometida a la perfecta voluntad de Dios, podemos esperar dominar este gran poder que se nos ha dado para bendecirlo a Él y bendecir a los demás con nuestras palabras amorosas y fortalecedoras.