¿El pegging te hace gay?

May 26, 2021
admin

Sexo moderno

Desmitificando el sexo por el culo para los heterosexuales que aún les cuesta entenderlo.

Stephen Uba
Stephen Uba

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20 de mayo, 2020 – 5 min read

ilustración: Nikita Klimov

PEl pegado es una posición sexual que consiste en que una mujer lleve un consolador atado a la cintura y penetre el agujero del culo de un hombre en la posición del perrito.

El pegado es bastante poco ortodoxo y su práctica no se entiende popularmente. Uno puede tener conversaciones progresistas sobre el sexo, pero seguir siendo escéptico sobre su práctica progresista. Comprendernos a nosotros mismos, a nuestros cuerpos y a nuestras parejas, es la clave para acotar la forma en que elegimos explorar en el dormitorio.

El siglo XXI ha traído consigo la libertad sexual y ha dado lugar a conversaciones progresistas en torno al sexo. La propia naturaleza del sexo está ahora abierta a más interpretaciones, y la intimidad se fomenta ahora mediante una exploración sana y consensuada entre la pareja. Así pues, hagamos un viaje por el punto G masculino para explorar el sexo gay y el pegging.

TEl punto G masculino es una glándula sensible, del tamaño de una nuez, situada en la próstata, detrás del pene, y contiene toneladas de terminaciones nerviosas, lo que lo convierte en un objetivo perfecto para los orgasmos alucinantes.

Laurie Mintz, Ph.D., autora de Becoming Cliterate: Why Orgasm Equality Matters – and How to Get It, explica en su libro, que popularizó el punto G femenino, que el clítoris es al pene lo que el punto G es a la próstata.

Fran Walfish, PsyD, un psicoterapeuta familiar y de relaciones de pareja con sede en Beverly Hills, explica que la próstata masculina contiene muchas terminaciones nerviosas sensibles que pueden proporcionar un placer intenso y el clímax.

Esto demuestra que, al igual que el punto G femenino, la próstata masculina es capaz de alcanzar orgasmos alucinantes y del siguiente nivel si se estimula con cuidado y adecuadamente.

ASegún un estudio realizado en 2011 entre 25.000 hombres que tienen sexo con hombres y publicado en el Journal of Sexual Medicine, menos del 40 por ciento de los encuestados declaró haber practicado sexo anal con su última pareja sexual.

La suposición apresurada de que el sexo anal es lo que define la homosexualidad en los hombres, debe cambiar. La masturbación mutua y el sexo oral también son populares entre los hombres gay.

Tener sexo anal no te hace necesariamente gay. Ser gay es más el resultado de a quién eliges amar, que de la fantasía sexual que te interesa.

Las parejas homosexuales tienen sexo casi de la misma manera que todos tenemos sexo, es decir, de la manera que nos gusta, lo abiertos que estamos a la exploración y el nivel de consentimiento entre nosotros y nuestra pareja.

AEl sexo anal es el más universal que existe. Todos podemos practicar y disfrutar del sexo anal si y cuando lo decidimos. Sin embargo, hay muchos conceptos erróneos sobre el sexo anal.

A mucha gente le gusta resaltar el factor ‘ew’ cuando se trata de sexo anal, y casi siempre tienden a olvidar que nuestros hermosos culos se pueden limpiar y hay maneras fáciles de hacerlo. Alicia Sinclair, directora general de las lujosas marcas de tecnología sexual Le Wand, b-Vibe y The Cowgirl, lo expresó muy bien en una entrevista que concedió a Bustle:

Una de las grandes cosas del juego anal es que la gente de cualquier género y orientación puede disfrutarlo, no sólo los hombres homosexuales (obviamente). Las sensaciones y experiencias que te hacen sentir bien no tienen nada que ver con tu orientación sexual o género. Es algo así como que la comida que disfrutas es una cuestión totalmente diferente a con quién quieres cenar.

La religión y la sociedad siguen intensificando la ya magnificada ignorancia. A veces fomentan el odio descarado al «sodomizar» todo lo progresista sobre el sexo y nuestros cuerpos. Otras veces, puede ser sutil, como convencer a la gran mayoría de nosotros, sin razón alguna, de que cualquier cosa abierta sobre el sexo y nuestros cuerpos es un ‘acto sucio’.

La sociedad seguirá equivocándose y perdiéndose maravillosas experiencias sexuales porque se preocupa más por etiquetar a los demás por sus diferencias en lugar de comprender más su estado naturalmente defectuoso. La realización sexual seguirá siendo colocada en una escala de superioridad moral sobre los demás, en lugar de en la verdadera autoconciencia e iluminación.

TAunque ser gay puede abrirte a la práctica del pegging y del sexo anal más que el heterosexual medio, la práctica del pegging sigue sin ser un indicador de la condición de homosexualidad de nadie.

La práctica de actos sexuales progresivos -como el pegging- no sólo te da la oportunidad de disfrutar de más placer, sino que también te sensibiliza sobre lo que podría disfrutar tu chica.

Según un estudio de 2012 publicado en la revista Sex Roles, aferrarse a los roles de género tradicionales podría hacernos sentir menos cómodos entre las sábanas. El doctor Charlie Glickman, educador en sexualidad, descubrió que los hombres heterosexuales que habían probado el pegging estaban más en sintonía con lo que su pareja femenina necesitaba de ellos durante la penetración.

Los mitos parecen ser las conclusiones mediocres sobre el sexo hoy en día. Todos los mediocres quieren opinar sobre cosas que nunca han probado y por eso son presa de los mitos.

Ser gay es un mito que a muchos heterosexuales todavía les cuesta entender. El pegging no es diferente, y siempre se harán suposiciones erróneas sobre su práctica.

La clave aquí es entender quién eres, lo que disfrutas, lo que es un hecho y cuánto valoras tu placer sexual.

Sexo moderno es una nueva columna centrada en el siempreen constante evolución del sexo moderno. Queremos ofrecer un lugar donde ver cómo se desarrollan el sexo y la sexualidad.

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