El Manciple en Los cuentos de Canterbury: Prólogo general y relato marco

Dic 27, 2021
admin

El Manciple

Un manciple es alguien que se encarga de comprar alimentos y suministros para una institución como una escuela, un monasterio o un tribunal. Este manciple en particular trabaja para una posada de la corte (el «templo»), que es un lugar donde los abogados pueden vivir o reunirse. Aunque el retrato del Manciple comienza presentando a este manciple como alguien que puede servir de gran ejemplo para otros compradores, rápidamente empezamos a cuestionar la ética del tipo cuando nos enteramos de que, tanto si compra en efectivo como a crédito, siempre acaba por delante en sus cuentas. Ahora bien, ¿cómo es posible, exactamente, a no ser que el Manciple esté falseando los números en alguna parte? Así que cuando el retrato se pregunta lo sorprendente que es que el Manciple no aprendido siempre salga adelante económicamente con respecto a sus maestros aprendidos, es probable que sea con un poco de ironía.
El Anfitrión levanta más sospechas de la deshonestidad del Manciple cerca del final de los Cuentos cuando le advierte al Manciple que el Cocinero puede pagar sus insultos encontrando faltas en las «rekenynges», o cuentas financieras del Manciple (Prólogo del Manciple 74). El Manciple maneja esto dando más vino a un cocinero ya peligrosamente borracho, poniendo aún más en duda su ética.
El Retrato del Manciple no es el único ejemplo que tenemos de alguien que engaña a los que están por encima de él en el tótem (véase el Reeve para otro). El éxito de su enfrentamiento con «un grupo de hombres cultos» (Prólogo General 577) sugiere que existe la sabiduría académica y la financiera, y que a veces ambas no se encuentran. También plantea la cuestión de los tipos de aprendizaje propios de cada clase social. ¿Acaso el manejo del dinero es demasiado poco intelectual para que los abogados de clase alta lo hagan bien? Y, además, ¿es necesaria una naturaleza poco ética para el éxito financiero y, por tanto, está fuera del alcance de tipos nobles como el Caballero, que se supone que son impecablemente morales?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.