El impétigo en los bebés
El impétigo es una de las muchas infecciones de la piel más comunes entre los niños de 2 a 5 años, pero los bebés (y sus padres) también pueden contraerlo: ¡pica y es muy contagioso!
Si cree que la erupción de su hijo se parece al impétigo, llame a su pediatra para saberlo con seguridad. A diferencia de otras afecciones de la piel del bebé, el impétigo sí necesita antibióticos para curarse. Esto es lo que necesita saber sobre los síntomas, el tratamiento y las estrategias de prevención.
¿Qué es el impétigo?
El impétigo es una infección cutánea contagiosa que se produce cuando las bacterias -más comúnmente Staphylococcus aureus o Streptococcus pyogenes- entran en el cuerpo a través de una rotura en la piel (por ejemplo, picaduras de insectos, pequeños rasguños, arañazos con las uñas).
Hay dos formas de impétigo que pueden cubrir los muslos, las nalgas, la parte inferior del abdomen y extenderse a otras partes del cuerpo:
- No bulloso: Ampollas diminutas que se revientan y dejan parches rojos y llorosos. Con el tiempo, estas zonas se cubren con una costra de color marrón amarillento o miel.
- Bullosa: Ampollas más grandes llenas de líquido que permanecen en la piel durante más tiempo sin reventar.
Los síntomas del impétigo comienzan entre cuatro y diez días después de la exposición inicial a la bacteria, lo que hace que sea muy fácil contagiar a otras personas de forma involuntaria. Los brotes pueden producirse en entornos preescolares y de guardería, especialmente durante los meses de verano.
Con el tratamiento adecuado, el impétigo suele desaparecer en dos o tres semanas. Si no se trata, el impétigo puede causar infecciones cutáneas más graves y cicatrices.
¿Qué causa el impétigo en los bebés?
La culpa es de las bacterias. Además de los cortes y rasguños mencionados anteriormente, esa desagradable bacteria puede invadir la piel de tu bebé a través de un eczema u otras zonas donde la piel es sensible. El simple hecho de tocar a un niño o cuidador infectado (o los juguetes o mantas que el niño infectado haya tocado) puede provocar la propagación de la bacteria.
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Otros factores que pueden aumentar el riesgo de impétigo en los bebés son:
- Estar en una guardería
- Condiciones de vida de hacinamiento
- Tener hermanos de entre 2 y 5 años y compartir toallas de baño
- Vivir en un clima cálido y húmedo
- Tener un sistema inmunitario débil
¿Cuáles son los síntomas del impétigo en los bebés?
Las llagas pueden tardar hasta 10 días en aparecer en su bebé o niño pequeño después de la exposición a las bacterias Streptococcus pyogenes y/o Staphylococcus aureus.
Los síntomas del impétigo incluyen:
- Las llagas rojas que pican alrededor de la nariz y la boca de su bebé, la zona del pañal, los brazos y las piernas (el impétigo puede aparecer en cualquier parte del cuerpo). Este suele ser el primer síntoma que notan los padres. Las llagas acaban abriéndose y dejando escapar líquido claro o pus durante unos días. Se forma una costra amarilla sobre la llaga.
- Fiebre
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
Cómo tratar el impétigo en los bebés
Como el impétigo es una infección bacteriana, es probable que su pediatra le recete una pomada antibiótica. Por lo general, se necesitan 24 horas después de comenzar el antibiótico para empezar a ver que la infección desaparece.
- Aplique la pomada a las llagas. Su médico puede sugerir que cubra las zonas infectadas más grandes con un vendaje.
- Mantenga a su bebé fuera de la guardería durante las primeras 24 horas después de comenzar el tratamiento para evitar que otros enfermen. Sin un antibiótico, el impétigo es contagioso durante varias semanas.
- Mantén las uñas de tu hijo cortas y considera la posibilidad de que lleve manoplas durante la siesta y por la noche.
- Mantén el culito del bebé lo más limpio y seco posible. El impétigo prospera en la zona húmeda del pañal.
- Lava la ropa del bebé, las sábanas, las toallas y la ropa todos los días hasta que la infección desaparezca. El impétigo puede transmitirse a través de los objetos que han estado en contacto con la piel infectada.
- Una vez que las llagas hayan formado una costra, lávalas suavemente con agua tibia y jabón y sécalas. Asegúrese de utilizar una toalla limpia cada vez o una toalla de papel que pueda tirar para evitar que los gérmenes se propaguen.
- Termine todo el tubo de su pomada antibiótica para evitar que la infección vuelva a aparecer.
Si la infección se extiende, podría ser el momento de tomar antibióticos orales. Hable con el pediatra del bebé.
¿Puede prevenir el impétigo?
Aunque no existe una vacuna para prevenir el impétigo, hay medidas que puede tomar para proteger a su bebé de los virus y las infecciones:
- Lávese las manos regularmente con agua y jabón durante 20 segundos o utilizando un desinfectante de manos a base de alcohol.
- Limpie y desinfecte los juguetes.
- No comparta el jabón o las toallas – incluso dentro de la familia.
- Limpie y cubra siempre cualquier corte o raspadura abierta en la piel.
Desgraciadamente, tener impétigo una vez no protege a tu bebé de volver a tenerlo en el futuro.
Cuándo hablar con su médico sobre el impétigo
Si la erupción se extiende o el tratamiento prescrito no parece mejorar el impétigo de su hijo después de tres días, es el momento de hacer la llamada a su pediatra. Es posible que su médico necesite que vuelva a visitarle para tomar una muestra de tejido (un simple hisopo de piel de la zona infectada) para determinar si es necesario ajustar el antibiótico específico prescrito.
Otras razones para llamar:
- Su bebé tiene fiebre.
- Notas que la infección se enrojece.
- Su bebé parece cada vez más irritable o con dolor.
- Su bebé sigue reinfectándose de impétigo.
Recuerde que, aunque puede parecer aterrador cuando su bebé tiene impétigo, la infección es común y suele ser leve, y se resuelve con tratamiento.