El desove al voleo es una forma de reproducción sexual utilizada por muchos animales invertebrados acuáticos. Miles de millones de gametos (la combinación de espermatozoides y óvulos) son arrojados al entorno del océano.

La mayoría de estos animales son sésiles o se mueven muy lentamente. Sésil significa que están fijados al suelo, ya sea en una madriguera, concha, tegumento o algún otro tipo de envoltura que les impide moverse. El movimiento de los adultos no es un factor importante para estas criaturas. Dado que viven en un entorno acuático que les sirve de medio conveniente, el desove a voleo es una estrategia exitosa para la reproducción sexual.

El desove a voleo exitoso

Echar los propios planos genéticos al mundo sin preocuparse de si encuentran una contraparte adecuada sería algo imprudente para cualquier madre. Los deberes maternos son mínimos en los desovadores a voleo, pero el momento de la liberación de los gametos es uno de los aspectos más importantes para el éxito reproductivo de cualquier individuo.

El éxito del desove a voleo implica estar atento a una amplia gama de características ambientales. Las mejores estrategias tienen en cuenta muchos factores:

• la disponibilidad de parejas potenciales que también estén dispuestas a reproducirse
• corrientes
• mareas
• densidad de depredadores
• temperatura del agua
• densidad de parejas potenciales
• densidad de competidores potenciales

El desove al voleo suena ciertamente como una forma efectiva de hacer el trabajo. Sin embargo, la reproducción tiene menos éxito si las densidades de gametos son demasiado altas. Los huevos que entran en contacto con demasiados espermatozoides pueden ser susceptibles de polispermia, o fecundación múltiple, lo que los hace inútiles. Por otro lado, los óvulos que no entren en contacto con el esperma adecuado no serán fecundados.

Este post es un extracto de mi libro «Wild Moms: Motherhood in the Animal Kingdom».