Si alguna vez has leído a J.R.R. Tolkien, El Hobbit o El Señor de los Anillos, o has visto las trilogías cinematográficas de Peter Jackson, probablemente recuerdes que los hobbits de la Tierra Media son especialmente aficionados a esta hoja llamada «hierba de pipa». Recibe nombres como Hoja de Longbottom, Viejo Toby y Estrella del Sur, nombres que mucho más tarde utilizarían algunos criadores de cannabis para sus variedades.

Aunque en los libros no se sospecha, la representación que hace Jackson de la hierba de los hobbits ha dado lugar a teorías de los fans que plantean la pregunta, ¿es realmente tabaco lo que hay en sus pipas o podría estar creciendo algo más en los jardines de la Comarca?

¿Qué es la hierba de las pipas?

No hace falta mirar más allá de los apéndices del libro para saber que Tolkien hablaba de tabaco, no de cannabis.

«Hay otra cosa asombrosa sobre los hobbits de antaño que debe ser mencionada, un hábito asombroso: imbibían o inhalaban, a través de pipas de arcilla o madera, el humo de las hojas ardientes de una hierba, a la que llamaban pipe-weed u hoja, una variedad probablemente de Nicotiana.»

¿Ese «probablemente» dejaba suficiente espacio a la imaginación para introducir la posibilidad de una alternativa psicoactiva? Si has visto la adaptación cinematográfica de Jackson, sabrás que la respuesta para muchos ilusos es que sí.

En La Comunidad del Anillo, Saruman le lanza una mirada de soslayo a Gandalf y le dice: «Tu amor por la hoja de los halflings ha ralentizado claramente tu mente.»

Una de las primeras escenas del Retorno del Rey de Jackson muestra a la poderosa pareja de Merry y Pippin dando caladas a las pipas, atiborrándose de comida y sonriendo con unos reveladores ojos de media luna. (Aunque una escena de la edición extendida muestra a los hobbits abriendo un barril de hoja de Longbottom para revelar hojas de tabaco.)

Y la primera entrega de El Hobbit de Jackson muestra a Radagast el Pardo golpeando una pipa humeante con los ojos en blanco como si dijera: «Vaya fuego, Gandalf.»

Pero los sutiles porros que se encuentran en la trilogía de Jackson son casi definitivamente una desviación lúdica de las imaginaciones literarias de Tolkien; sólo hace falta echar un breve vistazo a quién era Tolkien y al contexto histórico en el que escribió para entender por qué es tan improbable.

¿Qué opinaba Tolkien sobre el cannabis?

J.R.R. Tolkien, nacido en 1892, creció en Inglaterra, donde el consumo recreativo de cannabis era, durante esta época, casi totalmente inaudito. Incluso sus usos médicos tradicionales se estaban volviendo «anticuados», sustituidos por nuevas formas de alivio del dolor como la aspirina.

«De hecho, soy un Hobbit (en todo menos en el tamaño)… Fumo en pipa, y me gusta la buena comida sencilla (no refrigerada), pero detesto la cocina francesa.»

J.R.R. Tolkien

Cuando Inglaterra comenzó su prohibición de los estupefacientes en 1925 (en la Convención de Control de Estupefacientes), el cannabis consumible era un producto tan insignificante, que apenas se habló de él hasta mucho después. Pero otros países de la Sociedad de Naciones -Egipto y Turquía- insistieron en que se prohibiera el hachís. Inglaterra siguió su ejemplo a pesar de las dudas sobre su aplicación.

Aunque el cáñamo era un producto agrícola común, el tabaco era la hoja elegida por aquellos que buscaban empacar un tazón y relajarse. A Tolkien también le gustaba. En una carta de 1958 a Rayner Unwin, un crítico de sus libros, un entusiasmado Tolkien describió una «Cena Hobbit» a la que había sido invitado en Holanda:

«En este hogar de ‘fumadores’, la hierba de pipa parece haberse puesto especialmente de moda. Había pipas de arcilla sobre la mesa y grandes botes de tabaco -proporcionados, creo, por la firma Van Rossem…En 3 calidades: Longbottom Leaf, Old Toby y Southern Star. V. Rossem me ha enviado desde entonces pipas y tabaco».

La comparación de Tolkien con los hobbits también es reveladora: «De hecho, soy un hobbit (en todo menos en el tamaño)… Fumo en pipa y me gusta la buena comida sencilla (sin refrigerar), pero detesto la cocina francesa». También hay quien dice que las latas de tabaco se usaban como almacén en su casa.

Así que, en resumen, parece que la hierba de pipa no es en absoluto un eufemismo para el cannabis, dado el contexto histórico en el que vivió Tolkien. Aunque es injusto decir que Tolkien nunca consumió cannabis porque era un profesor estudioso, un hombre de familia y un católico devoto, existen muy pocos puentes culturales entre él y la demografía atraída por el cannabis tanto en la vida anterior como posterior de Tolkien.

El seguimiento de la contracultura de Tolkien

Coincidentemente, la convergencia de Tolkien y los grupos de la contracultura de los años 60 y 70 es precisamente donde la conexión con el cannabis se forjó por primera vez.

El Hobbit se publicó en 1937 y El Señor de los Anillos en 1955, y para cuando llegaron los años 60, se podía encontrar una copia en las manos de los estudiantes universitarios y los jóvenes progresistas más allá de las fronteras de Inglaterra.

«En los años 60 fue retomado por muchos miembros de la naciente ‘contracultura’ en gran medida por su preocupación por los temas medioambientales», escribe David Doughan, de la Tolkien Society, en su biografía.

Con fuertes matices de sostenibilidad medioambiental, antiindustrialismo, personajes femeninos fuertes como Arwen y Éowyn, y campeones desvalidos que no medían más de metro y medio, los libros de Tolkien adquirieron un amplio seguimiento de culto debido a sus innegables coincidencias con los derechos civiles, la contracultura y las drogas psicodélicas.

«Perpleja por la carnicería de nuestra nación en Vietnam y por la amenaza final de un infierno nuclear, toda una generación de jóvenes estadounidenses pudo perderse a sí misma y a sus problemas en los entresijos de esta epopeya de tres pisos», escribe Ralph C. Wood, profesor de teología y literatura interesado en Tolkien. «De hecho, corrió el rumor -un deseo que buscaba su cumplimiento, sin duda- de que Tolkien había compuesto El Señor de los Anillos bajo la influencia de las drogas».»

» sólo podía deplorar a aquellos cuya idea de un gran viaje era ingerir El Señor de los Anillos y LSD simultáneamente», añade Doughan en su biografía.

Pero aunque sus biografías le hagan parecer un mojigato, no hay que descartar la posibilidad de que si Tolkien fuera un producto de otra época, en realidad hubiera preferido el cannabis. Una pista queda en su libro Cuentos Inconclusos, una colección de notas y relatos editada y publicada posteriormente por su hijo Cristopher.

«Tanto el silencio como el humo parecían molestar mucho a Saruman, y antes de que el Consejo se dispersara le dijo a Gandalf: ‘Cuando se debaten asuntos importantes, Mithrandir, me extraña un poco que juegues con tus juguetes de fuego y humo, mientras otros hablan en serio’.’

Pero Gandalf se rió, y respondió: ‘No te extrañaría, si tú mismo usaras esta hierba. Podrías descubrir que el humo soplado despeja tu mente de las sombras interiores. De todos modos, da paciencia, para escuchar el error sin ira. Pero no es uno de mis juguetes. Es un arte de la Gente Pequeña de Occidente: gente alegre y digna, aunque no de mucha importancia, tal vez, en vuestras altas políticas.'»

Tal vez Tolkien encontró en el tabaco cualidades que despejan la mente que muchos encuentran en el cannabis. Pero independientemente de lo que sea realmente la hierba de pipa, o de lo que el propio J.R.R. fumara en realidad, las plantas son medios diferentes para facilitar el mismo fin que ningún erudito, lector o crítico puede negar que pretendía Tolkien: una apreciación hacia el detalle, la naturaleza y cosas tan simples como una pipa llena de su hierba favorita. ¿Y podemos sugerir una de estas cepas con temática de LOTR?