Es lunes por la mañana, hora de ponerse en marcha, pero en lugar de prepararse para ir al colegio su hijo se queja de un dolor de estómago, de cabeza, de mareos o algo similar.

¿Su hijo está enfermo o simplemente tiene miedo de ir al colegio?

El síndrome de evitación de la escuela es una de las causas más comunes de síntomas vagos y no verificables en los niños en edad escolar. Este síndrome puede ser desencadenado por el estrés.

¿Cómo puede un padre distinguir entre una enfermedad real y la ansiedad? Hágase las siguientes preguntas:

¿Tiene el niño fiebre? ¿Ha tenido vómitos? ¿Ha tenido diarrea? ¿Cuál fue su estado la noche anterior?» Se queja su hijo de sentirse mal sólo los días de colegio y luego parece estar bien los fines de semana?

Si no hay factores físicos implicados, y esto ha ocurrido varias veces antes, consulte al médico de su hijo para descartar un problema médico.

También es importante preguntar al niño sobre lo que ocurre en la escuela. La Academia Americana de Pediatría (AAP) destaca que los niños pueden tener dificultades para explicar lo que les preocupa. La AAP y la Academia Americana de Médicos de Familia (AAFP) identifican las siguientes situaciones como desencadenantes de la evitación escolar:

• Las burlas de otros niños, como ser llamado «feo» o «gordo»

• Miedo al fracaso

• Amenazas de daño físico por parte de un matón escolar

• Daño físico real

• Ansiedad por usar un baño público

• Cambios importantes en casa, como un divorcio, la muerte de un miembro de la familia o de una mascota, una mudanza

La AAP subraya que el primer paso para controlar la evasión escolar es que el niño sea examinado por un médico para descartar problemas físicos reales. Los problemas de visión y audición, por ejemplo, pueden provocar altos niveles de ansiedad en un niño en relación con la escuela. Si no se detectan problemas físicos, el médico puede ayudarle a entender la ansiedad del niño y a desarrollar un plan para que vuelva a la escuela.

Vaya, deben ir, pero sea comprensivo

Una vez descartados los problemas físicos, tómese el tiempo necesario para hablar y escuchar a su hijo. Manténgase tranquilo y comprensivo. Enumere todas las posibles razones por las que podría estar sintiendo ansiedad relacionada con la escuela y escuche la respuesta de su hijo. Esté atento al comportamiento no verbal. Insista en que su hijo vaya al colegio, pero sea comprensivo. Cuanto más tiempo se quede su hijo en casa, más difícil le resultará volver a la escuela. Puede que su hijo le presione para que se quede en casa, pero sea firme.

Preocupaciones emocionales

Explique a su hijo que goza de buena salud y que lo más probable es que sus síntomas se deban a las preocupaciones que le ha expresado.

Obtenga apoyo

Solicite la ayuda del personal del colegio, incluidos el profesor, el director y la enfermera del colegio. Si les hace partícipes de la situación, pueden ayudar a animar a su hijo y aliviar su ansiedad. Comente su plan para que su hijo vuelva a la escuela y trabaje con el personal escolar para intentar resolver las situaciones estresantes que su hijo identifique.

Un problema de acoso

Si el problema es un acosador o un profesor poco razonable, hable con el profesor o el director. Él o ella puede ser capaz de hacer cambios para disminuir la presión sobre su hijo. Sea un defensor de su hijo.

Manténgase firme

Comprométase a ser firme en las mañanas de colegio cuando su hijo se queje, pero también asegúrese de que el niño no está realmente enfermo. La falta de síntomas reconocibles (ver más adelante) es una de las mejores maneras de evaluar sus quejas.

Clubes y deportes

Ayude a su hijo a desarrollar su independencia fomentando actividades, como clubes o deportes, que incluyan a otros niños fuera de casa. El desarrollo de amistades e intereses positivos puede ser de gran ayuda para disminuir las ansiedades y los miedos del niño.

Síntomas reconocibles: cuando su hijo debe estar en casa

Habrá momentos en que su hijo esté enfermo y deba quedarse en casa. La pregunta más importante es si su hijo se siente lo suficientemente bien como para participar en las actividades. Es posible que su hijo tenga que ir al médico por una fiebre que vaya acompañada de otros síntomas, como dolor de garganta o sarpullido. Si su hijo no parece estar lo suficientemente bien como para ir a la escuela, pregúntele al médico de su hijo. Si su hijo está enfermo, asegúrese de que está seguro y cómodo, pero no convierta el día de enfermedad en un día festivo. Si está enfermo, el niño debe permanecer en la cama, sin meriendas ni visitas especiales. El niño debe estar siempre supervisado.

Si la evitación del colegio dura más de una semana, debe buscar la ayuda de su pediatra y del personal escolar. Si la combinación de problemas físicos y emocionales está limitando la capacidad de funcionamiento de su hijo, su pediatra puede sugerirle que consulte con un psicólogo infantil para obtener ayuda y apoyo adicionales.

La evasión escolar es difícil tanto para el niño como para los padres. Sin embargo, una acción rápida y de apoyo por parte de los padres y el uso apropiado de profesionales de la salud y de la escuela pueden hacer que el problema sea manejable.