Si las autoridades escolares le amenazan con expulsar a usted o a su hijo, es importante entender cómo funciona el proceso, lo que podría suceder y lo que puede hacer para proteger sus derechos. Los detalles varían de un estado a otro, pero algunos principios generales se aplican en todo el país.

Suspensión versus expulsión

Las normas disciplinarias de la escuela a menudo agrupan la suspensión fuera de la escuela y la expulsión, al final de la lista de opciones para castigar a los estudiantes que se portan mal. A veces, la misma conducta puede dar lugar a cualquiera de las dos formas de disciplina. Pero hay una gran diferencia entre ser suspendido y ser expulsado. Los alumnos suspendidos no pueden asistir a clase durante un periodo de tiempo temporal, normalmente sólo unos días. Algunos estados limitan las suspensiones a 10 días, mientras que otros las permiten por períodos más largos. Cuando los estudiantes son expulsados, se les prohíbe completamente la entrada a la escuela -generalmente hasta el final del semestre, el final del año escolar, o más tiempo.

La expulsión es claramente el tipo de castigo más serio que una escuela puede utilizar. A los estudiantes que han sido expulsados les puede resultar casi imposible ponerse al día en la escuela, y es mucho más probable que abandonen los estudios. Incluso si no lo hacen, la expulsión permanece en su expediente escolar, siguiéndolos a otras instituciones educativas.

¿Qué puede hacer que te expulsen?

A la luz de las graves consecuencias a largo plazo de la expulsión, se podría pensar que esta forma de disciplina sería un último recurso, después de que los funcionarios escolares hayan intentado todo lo demás para corregir el comportamiento de los niños. Pero eso no es necesariamente así, dependiendo de lo que el alumno haya hecho mal.

En general, corresponde a los estados decidir qué tipos de mala conducta pueden hacer que los alumnos sean expulsados de sus escuelas. Pero algunas leyes federales establecen normas nacionales de disciplina escolar. Una de ellas, la Ley de Escuelas Libres de Armas, dice que cualquier estudiante que sea encontrado con un arma en una escuela pública debe ser expulsado durante al menos un año completo. A raíz de esta ley, muchos estados crearon políticas de «tolerancia cero» que exigían suspensiones o expulsiones obligatorias por otras infracciones como llevar drogas a la escuela.

Algunos otros ejemplos de mala conducta que pueden hacer que te expulsen al menos en algunos estados:

• poseer o dar a otra persona cualquier tipo de arma (incluida una pistola de juguete) u objeto peligroso
• dar a otros estudiantes medicamentos sin receta como pastillas de cafeína (por ejemplo, véase Wagner-Garay v. Fort Wayne Community Schools, 255 F.Supp.2d 915 (N.D. Ind. 2003))
• herir o amenazar con herir a otro alumno o a un profesor
• hacer amenazas terroristas, como escribir una nota que diga que hay una bomba en la escuela (véase Arthur A. v. Stroudsburg Area School Dist, 141 F.Supp.2d 502 (M.D. Penn. 2001))
• rozar con la mano las nalgas de un profesor (véase Brown v. Plainfield Community Consol. Dist. 202, 522 F.Supp.2d 1068 (N.D. Ill 2007))
• hackear el sistema informático de la escuela (véase M.T. v. Central York School Dist., 937 A.2d 538 (Pa. 2007))
• acosar o intimidar a otros estudiantes (incluidos el acoso sexual y el ciberacoso), o
• desafiar continuamente a los profesores u otros funcionarios de la escuela.

Procedimientos justos para la expulsión

Las leyes estatales y las políticas de los distritos escolares locales establecen los requisitos para los procedimientos disciplinarios en las escuelas públicas. Pero todas las escuelas deben cumplir con las normas federales que protegen el derecho constitucional de los estudiantes a defenderse en una audiencia justa antes de ser excluidos de la educación pública. (Para más detalles, vea nuestro artículo sobre los derechos de los estudiantes en los procedimientos disciplinarios de la escuela.)

Reglas especiales para los estudiantes con discapacidades

Una ley federal conocida como la Ley de Educación para Personas con Discapacidades (IDEA) incluye protecciones especiales para los estudiantes con discapacidades que se enfrentan a la expulsión. La IDEA otorga a estos alumnos el derecho a una educación pública gratuita y adecuada. También establece límites sobre cuándo y cómo las escuelas pueden cambiar la colocación o los servicios de un estudiante de educación especial. Dado que la expulsión de la escuela significa un cambio de ubicación, las escuelas deben seguir procedimientos especiales antes de expulsar a estos estudiantes. Entre otros requisitos, tienen que celebrar una audiencia para decidir si la mala conducta estaba directamente relacionada con la discapacidad del alumno. Si lo fue, el equipo de educación especial debe tomar ciertas medidas, como desarrollar o modificar un plan de intervención conductual.

Durante y después de la expulsión

Cuando los estudiantes han sido expulsados, la escuela puede asignarlos para que asistan a programas de educación alternativa diseñados para atender a niños con problemas de conducta. Algunos estados exigen que las escuelas remitan a los alumnos expulsados a estos programas. Varios tribunales han dictaminado que las escuelas no negaron el derecho de los alumnos a la educación pública al expulsarlos si se les permitió asistir a programas de educación alternativa. (Por ejemplo, véase Swindle v. Livingston Parish School Bd., 655 F.3d 386 (5th Cir. 2011). Sin embargo, algunos tribunales han sostenido que las escuelas no violaron los derechos constitucionales de igualdad de protección de los estudiantes al expulsarlos sin proporcionarles beneficios educativos alternativos, porque a los estudiantes se les permitió regresar a la escuela después de su expulsión. (Véase In re R.M., 102 p.3D 868 (Sup. Ct. Wyo. 2004).)

Después de que los estudiantes hayan sido expulsados, pueden solicitar su ingreso en escuelas privadas, programas en línea o escuelas públicas de otros distritos (como no residentes). Pero esas escuelas pueden -y a menudo lo hacen- rechazarlos. Y algunos estados impiden explícitamente que los estudiantes expulsados se inscriban en cualquier otra escuela pública del estado.

Incluso después de que el período de expulsión haya terminado, los estudiantes pueden tener que solicitar su reinscripción en la escuela y pasar por un proceso de revisión.

¿Cuándo debe hablar con un abogado?

Si su hijo ha sido acusado de mala conducta que podría conducir a su expulsión, usted querrá saber cómo abordar los procedimientos de disciplina y proteger los derechos de su hijo. Si no participa en la audiencia, podría perder su derecho a impugnar la expulsión. Un abogado especializado en derecho educativo debería poder explicarle las normas locales y ayudarle en el proceso. Si su hijo tiene discapacidades, considere la posibilidad de consultar a un abogado con experiencia en la ley de educación especial.

Vaya a nuestra página principal de preguntas frecuentes sobre la disciplina escolar.