Consejos esenciales de autocuidado para el cuidador familiar
Aunque haya asumido el papel de cuidador, es muy importante que se cuide a sí mismo. Si te pones enfermo o enferma, ¿quién cuidará de ti? Los cuidadores están tan ocupados atendiendo a los demás que tienden a dejar de lado sus propias necesidades. El estrés de los cuidados puede afectar a su salud, provocando ansiedad, depresión e incluso una mala salud física. Afortunadamente, hay formas de cuidar de uno mismo. He aquí una guía de autocuidado para el cuidador familiar.
Tómese un descanso
Cuidar de un familiar puede convertirse en un trabajo a tiempo completo o incluso las 24 horas del día. Puede parecer que nunca se tiene un descanso. Pero todos los cuidadores necesitan tiempo para sí mismos. Dar un paso atrás y dejar que otra persona asuma el papel está perfectamente bien y es saludable. Pida a otro miembro de la familia o a un amigo de confianza que le ayude con algunas de las responsabilidades para darle un respiro. Puede ser algo tan sencillo como pedirle a alguien que le ayude a preparar las comidas o llevar al ser querido a dar un paseo para que usted pueda descansar. Permitirse 30 minutos a solas cada día para cuidarse marcará la diferencia en su estado mental y físico.
También puede considerar el cuidado de relevo. Este tipo de servicio permite que un cuidador profesional venga a cuidar de su ser querido para que usted pueda tener unos días o semanas de descanso.
Reducir el estrés
Ser cuidador es muy estresante. Soportar este estrés durante un largo periodo de tiempo puede llevar al agotamiento. Además de sus responsabilidades como cuidador, realice actividades que le gusten para ayudarle a controlar el estrés. Tome un baño, lea un libro, vea una película o realice otras actividades favoritas.
Ejercicio
Tomar tiempo para hacer ejercicio no sólo le ayudará a sentirse mejor físicamente, sino que también puede mejorar su estado mental. El ejercicio también puede ayudarle a dormir mejor. Los expertos recomiendan un total de dos horas y media o más de actividad a la semana. ¿No sabes cómo hacerlo? Dé un paseo de 10 a 15 minutos un par de veces al día. Incluso esto puede mejorar las cosas.
Comer sano
Comer sano es importante mientras se cuida de los demás. Puede ser fácil coger comida rápida, sin embargo, elegir opciones saludables a lo largo del día ayuda a mantener los niveles de energía y demostrará ser la mejor opción con el tiempo.
Dormir
Nada puede sustituir a una noche completa de sueño. Intente dormir entre 7 y 9 horas cada noche. Si esto no es posible, intente hacer una pequeña siesta durante el día.
Establezca objetivos
Escriba exactamente lo que necesita hacer y lo que le gustaría lograr. Verlo por escrito puede facilitar la consecución de los objetivos. Un objetivo podría ser algo como: «Quiero sentirme más saludable». Decida qué acciones va a llevar a cabo para alcanzar ese objetivo.
Por ejemplo, caminar 10 minutos cada noche o sacar tiempo para hacerse un examen físico completo puede ayudarle a trabajar para conseguir su objetivo.
Comuníquese
Si no expresa lo que necesita o cómo se siente, la gente no podrá ayudarle. Comunícate de forma eficaz y constructiva para que los demás puedan ayudarte y apoyarte. Sé claro y no hagas que los demás adivinen lo que necesitas. Pide ayuda cuando la necesites. Incluso si sólo necesita un amigo con el que pueda desahogarse abiertamente.
También puede reducir el estrés aprendiendo a comunicarse mejor con el ser querido al que cuida. Haga siempre un esfuerzo por escuchar activamente. Las cosas van mucho más fluidas cuando dos personas dominan el arte de la comunicación.
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