No hace tanto tiempo que a cualquier persona diagnosticada de gota se le decía que evitara placeres como el pescado, el marisco, los espárragos, las setas, la cerveza, los embutidos, las judías, los tomates, ¡y la lista continúa! Todos ellos se consideran alimentos «ricos en purinas» que se creía que causaban ataques de gota. Muchas personas siguen restringiendo estos alimentos basándose simplemente en lo que se les dijo hace mucho tiempo. La buena noticia es que muchas cosas han cambiado en el mundo de la prevención de la gota, incluida esa restrictiva «dieta para la gota».

La gota se produce cuando hay un exceso de una sustancia llamada ácido úrico en el cuerpo. Es normal que el cuerpo produzca ácido úrico y la mayor parte de éste suele salir del organismo a través de la orina. En algunas personas, se acumula en exceso y forma cristales que se depositan alrededor de las articulaciones causando inflamación, calor e hinchazón. Los ataques de gota pueden sentirse como si los cristales molieran en las articulaciones y pueden ser extremadamente dolorosos. Dado que parte del ácido úrico se produce al digerir ciertos alimentos (los que contienen niveles más altos de purinas, una sustancia natural en algunos alimentos), esa era la base para restringir estos alimentos «ricos en purinas». Sin embargo, ahora sabemos que los alimentos sólo representan alrededor del 30% del ácido úrico de nuestro cuerpo e incluso esos alimentos «ricos en purinas» no están tan relacionados con la gota como pensábamos en un principio. Las personas propensas a tener un exceso de ácido úrico es más probable que se deba al hecho de que sus cuerpos parecen fabricar más de él o no excretarlo lo suficiente, más que a los alimentos que consumen.

Entonces, ¿qué debe comer para prevenir los ataques de gota si corre el riesgo de sufrirlos?

La buena noticia es que una dieta bien equilibrada y saludable es la mejor manera de prevenir la gota. No hay una dieta especial ni alimentos especiales que deban comerse o evitarse. Sin embargo, tiene más riesgo de padecer gota si tiene sobrepeso, diabetes, enfermedades cardíacas o factores de riesgo de estas enfermedades. Por lo tanto, lo más importante que puede hacer para prevenir la gota es controlar esas afecciones manteniendo un peso saludable, un corazón sano y niveles normales de azúcar en la sangre mediante una alimentación sana y actividad física diaria. También es muy importante tomar la medicación que le haya recetado su médico y, si necesita perder peso, hágalo de forma muy gradual, ya que el ayuno puede alterar la gota.

Muchos de los alimentos que normalmente se recomiendan como parte de una dieta saludable parecen en realidad proteger contra la gota. Entre ellos se encuentran la leche y los productos lácteos bajos en grasa, el agua, las verduras y las frutas,
los cereales integrales, las judías al horno y otras legumbres, los frutos secos y las semillas. Incluso las verduras «con alto contenido en purinas» se pueden consumir sin peligro.

Todavía hay algunas cosas que pueden aumentar el riesgo de padecer gota: el alcohol, las grandes porciones de carne y marisco, y las bebidas azucaradas. Sin embargo, la clave es la moderación. Si consumes alcohol, bebe lo mínimo y ten unos cuantos días sin alcohol a la semana. Si comes carne o marisco, limítate a una ración pequeña e intenta hacer un par de comidas sin carne a la semana. Limite la cantidad de bebidas azucaradas, como las gaseosas y los zumos.

A pesar de que las nuevas investigaciones demuestran que la mayoría de las personas con gota pueden disfrutar con seguridad de cantidades moderadas de todos los alimentos, parece haber algunas diferencias individuales por las que algunos alimentos
pueden desencadenar ataques de gota en algunas personas. Si este es el caso, intente averiguar qué alimentos y cosas en su vida cree que desencadenan sus ataques y combátalos según sea necesario.