Cochrane

Jul 26, 2021
admin

La catarata se produce cuando el cristalino, normalmente transparente, del ojo se nubla. Las cataratas son la principal causa de reducción de la visión corregible en todo el mundo. La mayoría de las cataratas se desarrollan lentamente con el envejecimiento normal. Sin embargo, las cataratas también pueden estar relacionadas con enfermedades genéticas y condiciones médicas como la diabetes. Otros factores, como la mala alimentación, los daños causados por el sol, la radiación, los corticosteroides, el tabaquismo, el alcohol, los traumatismos oculares u otras intervenciones quirúrgicas, pueden influir en la formación de cataratas.

Las cataratas leves o tempranas pueden no afectar a la visión. En algunas cataratas, las nuevas prescripciones de gafas, la iluminación más brillante o las lentes de aumento pueden superar las pérdidas de visión. Cuando estas intervenciones no consiguen mejorar la mala visión debida a las cataratas, la extirpación quirúrgica (extracción) es el tratamiento eficaz generalmente aceptado. Sin embargo, la cirugía de cataratas está asociada a algunos riesgos. El coste anual estimado de los servicios ambulatorios, de hospitalización y de prescripción de fármacos relacionados con el tratamiento de las cataratas es de 6.800 millones de dólares.

Se ha estudiado la administración de suplementos vitamínicos antioxidantes como medio para prevenir la formación o ralentizar la progresión de las cataratas. Los resultados de los estudios observacionales han sido inconsistentes.

Los autores de la revisión buscaron ensayos controlados aleatorios en los que la suplementación con las vitaminas antioxidantes beta-caroteno (provitamina A), vitamina C y vitamina E se comparó con un placebo inactivo o sin suplemento. En esta revisión se incluyeron nueve ensayos con 117 272 adultos de 35 años o más. Los ensayos se realizaron en Australia, Finlandia, India, Italia, el Reino Unido y los Estados Unidos y fueron de alta calidad metodológica. Las dosis de antioxidantes administradas en cada ensayo fueron superiores a las cantidades diarias recomendadas. Los ensayos no aportaron pruebas del efecto de las vitaminas antioxidantes betacaroteno, vitamina E y vitamina C administradas solas o en combinación sobre la incidencia de cataratas, su extracción o progresión y sobre la pérdida de agudeza visual. Algunos participantes (entre el 7% y el 16%) que tomaron betacaroteno desarrollaron una coloración amarillenta de la piel (hipercarotenodermia).

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