Callos y callosidades
¿Qué es un callo? ¿Qué es un callo?
Los callos y las callosidades son áreas de piel engrosada que se desarrollan para proteger esa zona de la irritación. Se producen cuando algo roza el pie repetidamente o provoca un exceso de presión contra una parte del pie. El término callo se utiliza habitualmente si el engrosamiento de la piel se produce en la parte inferior del pie, y si el engrosamiento se produce en la parte superior del pie (o del dedo), se denomina callo. Sin embargo, la localización de la piel engrosada es menos importante que el patrón de engrosamiento: el engrosamiento plano y generalizado de la piel indica un callo, y las lesiones de la piel que son más gruesas o profundas indican un callo.
Los callos y las callosidades no son contagiosos pero pueden llegar a ser dolorosos si se engrosan demasiado. En las personas con diabetes o disminución de la circulación, pueden dar lugar a problemas más graves en los pies.
Causas
Los callos suelen producirse cuando un dedo roza con el interior de un zapato. La presión excesiva en las bolas de los pies -común en las mujeres que usan regularmente tacones altos- puede provocar la aparición de callos en las bolas de los pies.
Las personas con ciertas deformidades del pie, como los dedos en martillo, son propensas a los callos y las callosidades.
Síntomas
Los callos y las callosidades suelen tener un aspecto áspero y opaco. Pueden ser elevados o redondeados, y pueden ser difíciles de diferenciar de las verrugas. Los callos o callosidades a veces causan dolor.
Cuidados en el hogar
Los callos y callosidades leves pueden no requerir tratamiento. Si el callo o la callosidad no le molesta, probablemente pueda dejarse en paz. Sin embargo, es una buena idea investigar las posibles causas del callo o callosidad. Si su calzado está contribuyendo al desarrollo de un callo o callosidad, es hora de buscar otros zapatos.
Los tratamientos de venta libre pueden ser más perjudiciales que beneficiosos, especialmente si tiene alguna condición médica como la diabetes. Algunos tratamientos de venta libre contienen productos químicos agresivos, que pueden provocar quemaduras o incluso úlceras en los pies.
Cuándo visitar a un podólogo
Si los callos o las callosidades le causan dolor y molestias o le impiden su vida diaria de alguna manera, acuda a un podólogo. Además, las personas con diabetes, mala circulación u otras enfermedades graves deberían someterse a una revisión de los pies.
Diagnóstico y tratamiento
El podólogo realizará un examen completo de sus pies. Es posible que se tomen radiografías; es posible que el podólogo también quiera inspeccionar su calzado y verle caminar. También le hará una historia clínica completa. Los callos y las callosidades se diagnostican basándose en el aspecto y en el historial.
Si tiene callos o callosidades leves, su podólogo puede sugerirle que cambie de calzado y/o que añada acolchado a sus zapatos. Los callos y callosidades más grandes se reducen de forma más eficaz (se hacen más pequeños) con una cuchilla quirúrgica. El podólogo puede utilizar la cuchilla para afeitar cuidadosamente la piel muerta y engrosada, directamente en la consulta. El procedimiento es indoloro porque la piel ya está muerta. Pueden ser necesarios tratamientos adicionales si el callo o la callosidad reaparecen.
Se pueden administrar inyecciones de cortisona en el pie o el dedo si el callo o la callosidad causan un dolor importante. La cirugía puede ser necesaria en los casos que no responden al tratamiento conservador.
Prevención
- Utilice zapatos que le queden bien. Si tiene alguna deformidad del dedo o del pie, hable con su podólogo para saber qué calzado es el más adecuado para usted.
- Las plantillas de gel pueden disminuir los puntos de fricción y la presión. Su podólogo puede ayudarle a determinar dónde pueden ser útiles las almohadillas.
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