Planifica con antelación

Aunque las cosas pueden salirse de madre, intenta tener un guión de lo que vas a decir. Te ayudará a mantenerte centrado cuando las emociones se intensifiquen, que probablemente lo harán; incluso si te sientes preparado para seguir adelante, las rupturas son molestas para ambas partes. Estos son los puntos que deberías tocar, según Gotesman:

Aconsejo a la gente que se prepare con lo que va a decir y cómo lo va a decir. La conversación debería incluir compartir algunas cosas de la otra persona que aprecian, una declaración clara sobre que no quieren seguir en la relación y una explicación honesta de por qué han decidido romper.

Este es también más o menos mi consejo para rechazar segundas citas, así que son los elementos básicos para tratar bien a otras personas.

Piensa en lo que te gustaría escuchar

Si todavía no puedes averiguar cuál debería ser ese guión, Gotesman dice que intentes ponerte en su lugar:

Deben ser compasivos en su entrega y conscientes de cómo podrían hacer sentir al otro. Pueden imaginar cómo se sentirían si fueran ellos los que recibieran la conversación sobre la ruptura.

No se dejen llevar por la fantasía de lo que se siente al ser abandonado:

Pero hay un límite para suavizar el golpe, y deben ser firmes con su decisión y honestos sobre cómo se sienten.

Están tratando de terminar una relación, así que mantengan el rumbo.

Intenta hacerlo en persona

Esto es sólo algo que digo: a menos que temas por tu seguridad, deberías hacer el viaje para decirle todo esto a tu pareja en persona, preferiblemente en un lugar donde no se sienta humillado si llora. Un parque, una sala de estar, algún lugar relativamente privado donde no tenga que esperar a repartir la cuenta antes de que ambos puedan irse.

No atribuyas la culpa (aunque se la merezcan)

Esta es una difícil; a veces somos realmente nosotros los que creamos el problema en una relación, porque no estamos preparados, la vida es demasiado loca o tenemos nuestros propios problemas que desempacar. Pero a menudo son ellos. Aun así, Grotesman aconseja que enmarques tus problemas con la otra persona a través de tus propias decisiones, porque si haces que parezca que puede cambiar para complacerte, puede que lo intente. También estás haciendo que parezca que es su decisión, cuando en realidad es la tuya:

Por ejemplo, estás culpando a la otra persona cuando dices «no puedo estar contigo porque me has engañado» o «rompo contigo porque eres un infiel». En lugar de culpar, hazte cargo de tu decisión de ruptura: «No puedo estar contigo porque me has engañado y seguir en la relación entra en conflicto con mis valores personales».

La ruptura es una decisión personal, no una consecuencia de las acciones de otra persona. Al culpar al otro de la ruptura, la propiedad de la decisión de ruptura recae erróneamente en él. No sólo se sentirán más heridos al asumir la culpa, sino que pensarán que tienen la capacidad de deshacer la ruptura con sus acciones. Pueden llegar a hacer todo lo posible por arreglar el daño que han hecho para causar la ruptura. A veces esto puede convertirse en una obsesión insana y les aleja de aceptar la realidad. Este es un error fácil de evitar y del que es difícil salir.

Por supuesto, hay veces en que realmente amamos a alguien y deseamos que cambie un comportamiento o una actitud específica para poder continuar con la relación; al final, sin embargo, no puedes obligar a nadie a ser diferente. Sólo puedes tomar la decisión saludable para ti y despedirte con empatía.

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