Cómo obtener la lectura más precisa de la presión arterial

Nov 2, 2021
admin

Si tiene la presión arterial alta, comprobarla regularmente en casa podría ayudarle a controlar mejor la afección, incluso si su médico le toma la presión arterial en la mayoría de las citas. Un estudio británico publicado en marzo por la revista Lancet confirma los hallazgos anteriores de que las mediciones fuera de la consulta pueden proporcionarle información adicional sobre el estado de su salud cardiovascular.

En comparación con las mediciones en la consulta, los monitores domésticos proporcionan una mejor imagen de su nivel medio de presión arterial, predicen su riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales con mayor precisión y proporcionan información instantánea sobre si su régimen de tratamiento está funcionando. También es beneficioso para las personas con enfermedades renales crónicas y diabetes que necesitan vigilar de cerca sus lecturas para controlar la presión arterial alta (hipertensión).

Problemas con las lecturas de la PA en la clínica

Entre el 15 y el 30 por ciento de las personas cuya presión arterial es elevada cuando se les hace la prueba en la consulta del médico o en otro entorno sanitario tienen lecturas normales cuando se miden su propia presión arterial en casa. Este fenómeno se conoce como hipertensión de bata blanca, que es más frecuente en los adultos mayores. Se supone que la ansiedad ante la visita al médico es la causa de las mediciones artificialmente elevadas. Un control domiciliario adicional puede revelar que esos pacientes no necesitan medicamentos antihipertensivos, que pueden causar efectos secundarios, o que pueden arreglárselas con dosis más bajas. Sin embargo, las personas con hipertensión de bata blanca corren un mayor riesgo de sufrir una presión arterial elevada de forma sostenida, por lo que deben seguir controlando su presión arterial con regularidad.

También hay otros factores que pueden afectar a la precisión de las mediciones de la presión arterial en el consultorio. Que un médico o una enfermera le tomen la tensión arterial es algo rutinario, pero quizá le sorprenda saber que las directrices actuales enumeran 19 requisitos para obtener una medición precisa. Entre ellos se incluye que los pacientes se sienten durante cinco minutos antes de la lectura, con la espalda apoyada y los pies apoyados en el suelo; no es aceptable sentarse en una mesa de exploración con las piernas colgando. Deben tomarse al menos dos mediciones durante una visita al consultorio y promediarlas para estimar la presión arterial.

Algunas investigaciones sugieren que puede haber una disparidad significativa entre las lecturas de la presión arterial tomadas en circunstancias ideales y las que no lo son. Un estudio publicado el año pasado en el Journal of the American Heart Association lo confirma: Los investigadores obtuvieron mediciones de la presión arterial en el consultorio de 275 pacientes con enfermedad renal crónica y presión arterial normal. Cada paciente fue sometido a tres pruebas después de sentarse solo en una habitación tranquila durante cinco minutos. Después de que los pacientes se sentaran en silencio, sus lecturas fueron en promedio de 12 a 13 mm Hg (milímetros de mercurio) más bajas en comparación con las que se tomaron sin tiempo de silencio previo.

Beneficios de los datos caseros

Los participantes en el ensayo clínico de Lancet incluyeron a casi 1.200 hombres y mujeres (edad media, 67 años) con una presión arterial alta de 140/90 mm Hg o superior a pesar del tratamiento farmacológico antihipertensivo. Los sujetos del estudio se dividieron aleatoriamente en tres grupos. Un grupo comprobó su presión arterial en casa utilizando un monitor electrónico automatizado dos veces por la mañana y dos veces por la noche la primera semana de cada mes. Los pacientes registraron sus mediciones en papel durante la semana y las enviaron por correo a sus médicos.

El segundo grupo siguió una rutina similar pero utilizó un sistema de telemonitorización para transmitir las lecturas electrónicamente a sus médicos. Una de las ventajas de la televigilancia era que permitía a los pacientes alertar a sus médicos si sus lecturas estaban por encima de su nivel objetivo. Los médicos de ambos grupos utilizaron las automediciones para decidir si debían ajustar la dosis de fármacos antihipertensivos de los pacientes. Un tercer grupo sirvió de control y recibió una gestión estándar de la presión arterial basada en las lecturas de la presión arterial en la consulta.

Al cabo de un año, los participantes de ambos grupos de automonitorización habían reducido su presión arterial sistólica (la cifra más alta) entre 3 y 4 mm Hg. En cambio, los pacientes cuya presión arterial se midió sólo durante las visitas al consultorio seguían teniendo lecturas ligeramente superiores a 140 mm Hg. Una diferencia de 3 ó 4 puntos en la presión arterial sistólica puede no parecer gran cosa, pero es suficiente para reducir el riesgo de ictus en un 20 por ciento y de enfermedad coronaria en un 10 por ciento.

Una razón probable para la diferencia es que a los pacientes que se autocontrolaron y comunicaron regularmente sus lecturas a sus médicos se les recetaron más medicamentos para reducir la presión arterial que a los pacientes que se controlaron en la consulta.

Otra posible razón para las diferencias: En estudios anteriores se observó que los pacientes que se autocontrolaban tenían más probabilidades de cumplir su tratamiento como resultado de su participación en su propia atención sanitaria. La mayoría de los participantes eran de raza blanca, lo que puede limitar el grado de generalización de los resultados a otras poblaciones. La edad no parecía suponer ninguna diferencia en la eficacia con la que los pacientes podían autocontrolar la presión arterial.

Hágalo bien

Si utiliza un tensiómetro doméstico, siga estas reglas básicas para asegurarse de obtener lecturas precisas:

  • No fume, no consuma cafeína ni haga ejercicio en los 30 minutos anteriores a la comprobación de la presión arterial.
  • No se mida la tensión arterial cuando tenga la vejiga llena.
  • Intente medirse la tensión arterial poco antes de tomar una dosis de sus medicamentos antihipertensivos.
  • Siéntese en una silla con el respaldo recto (no en un sofá) en silencio durante al menos cinco minutos con los pies apoyados en el suelo. No cruce las piernas.
  • Siéntese, respire con normalidad y no hable.
  • Coloque un brazalete en su brazo desnudo justo por encima del codo. Asegúrese de que el manguito esté bien ajustado y no se deslice, y que no apriete demasiado. Un manguito demasiado grande o demasiado pequeño puede provocar lecturas inexactas.
  • Apoye el brazo que lleva el manguito en una superficie plana, como una mesa, aproximadamente a la altura de su corazón.
  • Mídase la tensión arterial a la misma hora cada día.
  • No se mida cuando esté estresado o ansioso, lo que puede provocar una lectura artificialmente alta, o si sospecha que su presión arterial es elevada.

Pregunte a su médico cuál debe ser su nivel de presión arterial objetivo. Las directrices del Colegio Americano de Cardiología (ACC) y de la Asociación Americana del Corazón (AHA) definen la hipertensión como una presión arterial sistólica (el número superior) de 130 mm Hg o superior, y una presión arterial diastólica (el número inferior) de 80 mm Hg o superior.

Pregunte con qué frecuencia y cuándo debe comprobar su presión arterial. La AHA recomienda realizar mediciones diarias durante una semana antes de la siguiente visita al médico. Tome dos o tres lecturas con un minuto de diferencia. La AHA también sugiere que se controle la tensión arterial a partir de las dos semanas siguientes a un cambio de tratamiento. Si su dispositivo almacena los datos digitalmente (la mayoría lo hace), llévelo a su próxima visita al consultorio; de lo contrario, anote los resultados en papel.

Si su presión arterial sube repentinamente a 180/120 o más, vuelva a medirla en cinco minutos. Si sigue siendo alta, póngase en contacto con su médico de inmediato; podría estar sufriendo una crisis hipertensiva, que podría provocar un accidente cerebrovascular si no se trata. Si los niveles excesivos van acompañados de síntomas como dolor en el pecho, dificultad para respirar, dolor de espalda, entumecimiento, cambios en la visión o dificultad para hablar, llame al 911 inmediatamente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.