Cómo hacer un injerto de punto, de forma fácil, sin necesidad de puntada Kitchener
¡Hacer un injerto de punto no tiene por qué ser difícil ni confuso! Utiliza esta sencilla técnica para conseguir una unión sin costuras, sin la molestia del punto Kitchener.
¿Has intentado alguna vez hacer un injerto en tu tejido?
El injerto es una forma estupenda de unir sin costuras dos conjuntos de puntos vivos, como en la punta de un calcetín, o para conectar los extremos de una bufanda infinita.
Suele hacerse con la puntada Kitchener, en la que ambos conjuntos de puntos vivos se mantienen en agujas separadas, y se utiliza una aguja de hilo para coser dentro y fuera de los puntos vivos para unirlos.
La puntada Kitchener funciona bien, y produce una unión limpia y sin costuras si su tensión es consistente.
Sin embargo…
Puede ser muy confuso de trabajar, ya que tienes que repetir una secuencia de puntos con la aguja de hilo, y tienes que memorizar un pequeño canto sólo para recordar dónde insertar la aguja a continuación.
Si se te ocurre insertar la aguja en el punto equivocado o en la dirección equivocada, tu injerto tendrá un error muy visible en él.
Por eso, muchas tejedoras evitan los patrones y proyectos que requieren injertos.
Pero adivina qué?
Hay una manera más fácil de hacerlo.
Esta técnica hace exactamente lo mismo que la puntada Kitchener, pero es mucho más simple, más fácil de ver lo que estás haciendo y más fácil de recordar.
Con mi método favorito, los puntos se mantienen en el hilo de desecho, lo que permite que los bucles queden planos. Como podemos ver las lazadas más fácilmente, podemos hacer puntadas sencillas, hacia abajo y hacia arriba, dentro y fuera de las lazadas.
También es más fácil detectar y corregir los errores, ya que puedes ver las lazadas más claramente, y el hilo de desecho mantiene los puntos hasta que hayas terminado completamente con el injerto.
Ahora, no tengo que preocuparme de memorizar el punto Kitchener, y puedo injertar mi tejido sin tener que volver a buscar las instrucciones 🙂