Hay muchas maneras de hacer esculturas de hielo. Una de las más sencillas consiste en verter agua en un molde, congelarla y luego despegar el molde. Estas piezas generalmente no son tan claras y no tienen los bordes afilados de una verdadera escultura. Y es una especie de trampa.

Las verdaderas obras de arte se tallan a mano. Los artistas emplean una serie de herramientas manuales y eléctricas para tallar el bloque en una obra de arte. Cinceles, sierras de mano, pistolas térmicas, tablas de clavos, lijadoras, sierras de cadena y amoladoras angulares equipadas con brocas especiales forman parte de la caja de herramientas de un escultor. Los escultores suelen aprender sus técnicas en la escuela de cocina o en clases especializadas dedicadas a la talla de hielo.

En los años 80 y 90, un escultor llamado Mark Daukas impulsó la talla de hielo hacia un nuevo territorio artístico. Este californiano ha sido seis veces campeón nacional y ha ganado docenas de concursos en todo el mundo. Su secreto no es ningún secreto: simplemente decidió empezar a utilizar herramientas eléctricas en lugar de cinceles tradicionales.

Los escultores aprenden a trabajar rápido. La mayoría de las piezas para bodas se completan en un par de horas, y trabajan en grandes congeladores a temperaturas mucho más frías que las de la nevera de casa, a unos 20 grados Fahrenheit o incluso menos.

Debido a que trabajan con un medio que es delicado y frágil, no es raro que los artistas rompan accidentalmente partes de sus diseños. No pueden simplemente desechar la pieza y empezar de nuevo. Así que, en su lugar, intentan recuperar la pieza rota (o fabricar una pieza de repuesto), humedecer el extremo de la misma y presionarla contra el cuerpo principal y dejar que las partes se congelen juntas, una técnica que se llama soldadura. Para acelerar este proceso, el escultor puede utilizar butano para enfriar el hielo y hacer que se una.

Las roturas horizontales son más fáciles de arreglar porque la gravedad las une. Las roturas verticales pueden ser imposibles de reparar, sobre todo si se trata de un fragmento pesado o extravagante.

Aparte de las roturas, se puede omitir gran parte del trabajo manual del tallado y comprar una máquina CNC (control numérico por ordenador) ajustada para tallar el hielo, en esencia, un robot cortador de hielo. Para crear una escultura, se diseña en el ordenador con cualquier programa que pueda crear archivos vectoriales (como Corel Draw o Adobe Illustrator) y luego se conecta a la mesa del CNC. La máquina está equipada con varios tamaños de broca que puedes intercambiar en función del proyecto.

Pasa tu diseño a la máquina y ésta tallará automáticamente el hielo por ti en cuestión de minutos. Si se trata de una pieza en 3-D, una vez que el tallado está hecho en un lado, se le da la vuelta al hielo y la broca se pone a trabajar en el otro lado. Los novatos pueden manejar la máquina tras un par de días de formación, pero la comodidad no es barata. La Ice Carve Pro, por ejemplo, cuesta más de 20.000 dólares. Algunas máquinas se venden por hasta 50.000 dólares.