Cómo establecer Ethos en un discurso
Ethos es una palabra griega que significa «costumbre», «hábito» o «carácter». Es uno de los elementos clave de un gran discurso, incluyendo el logos y el pathos, y consiste esencialmente en establecer la confianza con tu audiencia.
El gran filósofo Aristóteles decía que es más probable que la gente crea a alguien que tiene un buen carácter. Creía que es más probable que nos persuada alguien en quien se puede confiar y que es «similar a nosotros».
En otras palabras, si el público confía en usted, entonces espera que lo que le diga sea cierto. Si usted es similar a su audiencia, entonces su audiencia será más receptiva a sus ideas de la misma manera.
Eso es Ethos.
Si usted tiene un alto ethos, su audiencia escuchará y prestará atención desde su primera palabra.
Entonces, ¿cómo se puede lograr el ethos? No importa cuántos conocimientos o experiencia tengas como líder, todavía necesitas aplicar las técnicas para establecer el ethos.
En este artículo, voy a compartir las tres dimensiones del ethos y cómo puedes establecerlas en tu discurso.
- Crear confianza a través del contacto visual
El contacto visual nos permite centrarnos en el momento, estando presentes y atentos a nuestra audiencia. Muchos oradores están muy centrados en sí mismos cuando suben al podio. Han ensayado y ensayado y tienden a ir con el piloto automático, pronunciando su discurso de la forma en que lo han ensayado… sin importar la reacción que obtengan del público. Pero esto puede hacer que se pierda la valiosa conexión con las personas a las que se intenta influir.
El contacto visual desempeña un papel importante en la creación de confianza. Ayuda a desarrollar una conexión genuina entre usted (el orador) y el público.
Cuando se dirija a un público numeroso, bloquee al público en cuadrantes: delante a la derecha, delante a la izquierda, detrás a la derecha y detrás a la izquierda. Asegúrese de prestar atención a todo el mundo, ya sea en la parte delantera derecha, delantera izquierda, trasera derecha o trasera izquierda.
Muchos oradores cometen el error de hablar a todos. Ponte en el lugar del público.
¿Quieres sentirte como «uno más»? Por supuesto que no. Todos los miembros del público quieren sentir que el orador sólo se dirige a mí.
Podrías hacer una pregunta y mirar a una persona. Podrías captar algunas risas en el público y reaccionar ante la persona que se riera más fuerte.
Podrías establecer un buen contacto visual y conectar de tú a tú.
Sin embargo, si estás hablando en línea, el uso del contacto visual es muy diferente. Si tus ojos se encuentran con los de la audiencia en tu pantalla, ¡NO estás haciendo contacto visual! Si miras a la cara de tu audiencia en la pantalla, parecerá que estás mirando hacia abajo, mostrando falsamente falta de confianza. Cuando hables en línea, asegúrate de mirar directamente a la cámara, lo que significa que no podrás ver las caras de tu audiencia. Pero de esta manera, tus ojos se encuentran con los de cada uno de tus oyentes, y ellos sentirán como si les estuvieras hablando individualmente.
Ya sea que estés presentando virtualmente o cara a cara, asegúrate de reconocer a todos, pero habla con uno.
- Establece la similitud conociendo a tu audiencia
¡Conoce a tu audiencia! Sepa lo que resonará con ellos, lo que les importa y con lo que empatizarán. Haz que tu GRAN MENSAJE sea relevante para ellos. Esto puede lograrse a través de la narración y de los personajes que la componen.
Lo que nos atrae de una novela o de una película es que experimentamos algún tipo de similitud entre nosotros y los personajes que la componen, o las situaciones en las que se encuentran. No es necesario que el público haya pasado exactamente por la misma situación para sentir empatía por el protagonista de la historia, pero tiene que haber algún «gancho» con el que puedan relacionarse.
Usa un lenguaje que sea fácil de entender para todos. Evita utilizar una jerga que pueda no ser entendida universalmente por personas de diferentes culturas.
- Establece tu reputación antes de hablar
La reputación es lo que tu público sabe de ti antes de que te levantes a hablar, o lo que se han hecho a la idea de ti sólo con mirarte.
Asegúrate de escribir una biografía creíble que pueda ser utilizada por un presentador para introducirte en el podio, y haz que resuene en tu audiencia. Puede incluir su experiencia en su campo, lo que sabe sobre su tema, sus logros y, si es relevante, sus calificaciones.
Otros elementos no verbales a tener en cuenta que ayudarán a establecer su reputación, incluyen cómo va vestido para la ocasión, cómo se porta, cómo se controla y compone, cómo se comporta como miembro del público cuando otros oradores hablan, todo lo cual afecta al prejuicio del público sobre usted como orador.
Así pues, ves que establecer el ethos depende de muchos elementos no verbales en la forma en que decides presentarte.
¿Eres consciente de cómo te estás presentando en tus discursos y presentaciones? Muchos líderes y oradores públicos se benefician de ensayar su discurso con un coach de oradores que puede dar un feedback directo y sincero sobre cómo te estás presentando. Es increíble lo equivocados que pueden estar. Obtener una segunda opinión puede convertir un discurso mediocre en uno memorable y orientado a la acción para el público que lo escuche.