La mejora de la forma en que pagamos la asistencia sanitaria debe ser un componente central de la reforma sanitaria. La reforma de los pagos debe vincular el reembolso y la responsabilidad de los proveedores a la mejora del valor para el paciente: mejores resultados de salud a menor coste. Sin embargo, los enfoques de reembolso actuales, profundamente defectuosos, no superan esta prueba. Desalientan activamente a los proveedores a la hora de ofrecer valor a sus pacientes. Creemos que el reembolso a través de los pagos agrupados es el único enfoque que alinea a los proveedores, pagadores y suministradores en una sana competencia para aumentar el valor del paciente. Un pago combinado es un pago único que cubre todos los procedimientos, pruebas, medicamentos, dispositivos y servicios relacionados con la atención hospitalaria, ambulatoria y de rehabilitación de la enfermedad de un paciente. En el caso de las enfermedades crónicas y la atención primaria, el pago agrupado es un pago único que cubre la atención de la enfermedad o el segmento de población durante un periodo de tiempo determinado. El pago combinado debe estar supeditado a la obtención de buenos resultados para el paciente, y el proveedor debe asumir la responsabilidad financiera por los malos resultados, como las complicaciones evitables.