El Dachshund se originó en Alemania, donde la raza fue llamada primero perros tejones. Los guardabosques de Alemania en los años 1700 y 1800 trabajaron en la creación de la raza; inicialmente los perros fueron criados para cazar presas pequeñas, con la idea de que fueran pequeños e intrépidos y estuvieran dispuestos a cavar en los agujeros de los tejones. El primer tipo creado fue la variedad lisa, que es un cruce del Braco y el Pinscher y puede incluir el Basset Hound francés. Se cree que el tipo de pelo de alambre surgió al cruzar el Dachshund con Spaniels y el de pelo largo se creó al cruzar el Dachshund con Terriers. Sólo en el siglo XIX se desarrolló la raza como mascota en lugar de como perro de caza. La raza se hizo popular entre las cortes reales de Europa, incluida la de la reina Victoria. La raza fue reconocida por el American Kennel Club en 1885. Debido a la asociación de la raza con Alemania, tuvo dificultades durante la Primera Guerra Mundial. Una vez terminada la guerra, más perros salchicha acabaron en Estados Unidos, lo que ayudó al crecimiento de la raza. Aunque en algunas partes de Europa todavía se les considera perros de caza, en Estados Unidos y Gran Bretaña se les considera una gran mascota para la familia. La otra mitad de esta mezcla híbrida es el Bulldog Francés. Originario de Inglaterra, llegó a Francia durante la Revolución Industrial con las encajeras francesas, que veían desaparecer su oficio con la instalación de maquinaria. Una vez en Francia, el Bulldog «de juguete», como se le llamaba entonces, se cruzó con el Terrier y el Pug y recibió el nuevo nombre de Bulldog Francés. Este elegante canino, con su belleza de orejas de murciélago, se hizo muy popular, entrando en las filas del American Kennel Club en 1898.