Bandas Rojas: ¿Estás siendo manipulado emocionalmente?
La manipulación emocional puede minar las relaciones cercanas y dejar a la víctima de la manipulación sintiéndose impotente, confundida y frustrada. Sin embargo, todas las personas manipulan a los demás de vez en cuando, a menudo sin proponérselo. Y algunas definiciones de manipulación emocional son tan amplias que pueden aplicarse a cualquier comportamiento, incluso a algo tan inocuo como el llanto de un bebé pidiendo comida.
Entonces, ¿cuándo un intento de satisfacer las necesidades de uno o de lograr sus objetivos es realmente una forma de manipulación? ¿Y cuándo la manipulación cruza la línea del abuso emocional? He aquí algunas señales de alarma que pueden indicar un problema grave en la relación.
¿Qué es la manipulación?
La manipulación es cualquier intento de influir en las emociones de una persona para que actúe de una manera específica o sienta algo determinado. Aunque es común en las relaciones interpersonales, también ocurre con frecuencia en una escala más amplia. Los anunciantes intentan habitualmente manipular las emociones de las personas para que compren un producto. Los candidatos políticos manipulan a los votantes para ganar votos, convencerlos de afirmaciones falsas o cambiar la opinión de los votantes sobre un tema determinado.
«Todos somos manipuladores», dice Melissa Stringer, LPC, NCC, B-TMH, una terapeuta de Texas que trabaja con muchos clientes para manejar una amplia gama de preocupaciones individuales e interpersonales. «La manipulación socialmente aceptable, como sonreír y hacer contacto visual, se consideran formas saludables de aumentar las posibilidades de conexión humana. Pero cuando la manipulación se utiliza para evitar la vulnerabilidad y establecer el poder sobre los demás, se convierte en algo poco saludable».
Las personas que son deliberadamente manipuladoras a menudo lo hacen en un intento de evitar estrategias más saludables, como la comunicación directa de sus necesidades o la intimidad y vulnerabilidad mutuas.
Doce tácticas comunes de manipulación
Las personas pueden manipular a los demás utilizando cientos de tácticas. Algunas de las más comunes incluyen:
- Utilizar una conexión emocional intensa para controlar el comportamiento de otra persona. Por ejemplo, una persona abusiva puede tratar de manipular a una persona moviéndose muy rápidamente en una relación romántica. Pueden abrumar a su víctima con gestos cariñosos para que baje la guardia o se sienta en deuda.
- Jugar con las inseguridades de una persona. Esta es una táctica popular entre los publicistas, como cuando una empresa de cosméticos hace que una persona se sienta poco atractiva o «vieja». También funciona bien en las relaciones interpersonales. Por ejemplo, alguien puede hacer creer a su pareja romántica que nadie más podría amarla.
- Mentir y negar. Los manipuladores pueden bombardear a sus víctimas con mentiras. Cuando son descubiertos, pueden negar la mentira o encubrirla con otra falsedad.
- Hipérbole y generalización. Es difícil responder a una acusación de «nunca» ser cariñoso o «nunca» trabajar duro. Los detalles específicos pueden debatirse, mientras que las acusaciones vagas suelen ser más difíciles de rebatir.
- Cambiar de tema. En una discusión sobre el comportamiento de una persona, el individuo puede desviar la atención de sí mismo atacando a su crítico. El desvío suele adoptar la forma de: «¿Y qué pasa con…?». Por ejemplo, cuando uno de los cónyuges expresa su preocupación por el consumo de drogas de su pareja, éste puede atacar las habilidades de crianza de su cónyuge.
- Mover los postes de la portería. Esto ocurre cuando una persona manipuladora cambia constantemente los criterios que uno debe cumplir para satisfacerlo. Por ejemplo, un acosador puede utilizar la ropa de su compañero de trabajo como excusa para acosarlo. Si el individuo cambia de ropa, el acosador puede afirmar que la persona no «merecerá» el respeto profesional hasta que cambie su peinado, su acento u otro rasgo diverso.
- Utilizar el miedo para controlar a otra persona. Por ejemplo, una persona puede utilizar amenazas de violencia o un lenguaje corporal físicamente intimidante.
- Utilizar las desigualdades sociales para controlar a otra persona. Por ejemplo, una persona neurotípica puede intentar utilizar una discapacidad cognitiva para degradar a otra persona o desestimar sus experiencias.
- Agresión pasiva. Se trata de una amplia categoría de comportamiento que incluye muchas estrategias, tales como el engaño de la culpa, la realización de cumplidos de espalda, y más. La agresión pasiva es una forma de expresar el descontento o el enfado sin expresar directamente la emoción.
- Dar a una persona el tratamiento de silencio. Está bien pedir tiempo para reflexionar sobre una discusión o decirle a alguien que te ha herido profundamente que no quieres seguir hablando con él. Pero ignorar a una persona para castigarla o hacerla temer es una táctica de manipulación.
- Gaslighting. La luz de gas consiste en hacer que la víctima de la manipulación dude de su propia comprensión de la realidad. Por ejemplo, una persona abusiva puede negar que el abuso haya ocurrido, diciéndole a la víctima que hay algo malo en su memoria.
- Reclutar a otros para que ayuden en la manipulación. Por ejemplo, un padre maltratador puede pedir a los miembros de la familia que le recuerden al niño lo mucho que el padre se ha sacrificado por él. La presión social puede convencer al niño para que deje de quejarse del comportamiento abusivo.
Una persona manipuladora puede combinar estas tácticas o alternarlas dependiendo del contexto.
¿Por qué la gente manipula a los demás?
No toda la manipulación tiene una intención maliciosa, incluso cuando causa un daño inmenso. Algunas razones comunes por las que la gente se involucra en la manipulación incluyen:
- Habilidades de comunicación pobres. Algunas personas pueden sentirse incómodas con la comunicación directa. Otras pueden haber crecido en casas donde la comunicación manipuladora era la norma.
- Un deseo de evitar la conexión. Algunas personas tratan a los demás como medios para un fin y utilizan la manipulación para controlarlos. Esto es a veces un síntoma de un trastorno de la personalidad como la personalidad narcisista.
- Miedo. Las personas pueden participar en la manipulación por miedo, especialmente por miedo al abandono. Esto ocurre a menudo durante las rupturas o peleas en la relación.
- Defensividad. La manipulación puede ser una forma de evitar la culpa. Mientras que algunas personas evitan la culpa como una forma de controlar o abusar de otra persona, otras lo hacen porque temen ser juzgadas, tienen una baja autoestima o les cuesta enfrentarse a sus propios defectos.
- Normas sociales. Algunas formas de manipulación son normales, y quizás incluso beneficiosas. Por ejemplo, la mayoría de las personas aprenden que es importante ser amable y alegre con los compañeros de trabajo para avanzar profesionalmente.
- Marketing, publicidad y otros incentivos financieros o políticos. Industrias enteras se dedican a manipular las emociones de las personas para hacerlas cambiar de opinión, convencerlas de que compren productos o instarlas a que voten de una determinada manera.
«En muchos casos, a los individuos manipuladores no se les enseñaron habilidades de comunicación eficaces. O peor aún, fueron castigados por una figura influyente por expresar sus necesidades o deseos. Como resultado, el medio original para conectarse es anulado y reemplazado por estrategias centradas en evitar cualquier sentido de culpa. Esto se consigue adecuadamente de dos formas principales: la comunicación indirecta y la negativa a rendir cuentas de las acciones», subraya Stringer.
Protéjase de la manipulación emocional
Si ha caído en las tácticas de manipulación en el pasado, sepa que no tiene la culpa. Casi todo el mundo es manipulado en algún momento. No hay manera de evitar toda la manipulación.
Sin embargo, una serie de estrategias pueden reducir el impacto de la manipulación emocional y ayudarle a establecer límites claros. Estas incluyen:
- Comunicarse de forma directa, clara y específica. La comunicación directa modela el comportamiento que usted espera en sus relaciones y puede facilitar la identificación de la manipulación.
- Entender cuándo la manipulación es normal y cuándo no lo es. La mayoría de las personas hacen ocasionalmente comentarios pasivo-agresivos o manipuladores. La manipulación es más problemática, e incluso puede ser abusiva, cuando forma parte de un intento sistemático de controlar o dañar a otra persona.
- Establecer límites claros en torno a la manipulación. Cuando una persona intente manipularte, dile cómo quieres que te trate y sigue tu propia pauta. Por ejemplo: «Mamá, entiendo que te sacrificaste mucho por mí, pero eso no significa que puedas menospreciarme. No puedo hablar contigo de esto hasta que estés dispuesta a dejar de cambiar de tema»
- Pedir opinión a terceros de confianza. Esto puede ser arriesgado, ya que las personas manipuladoras a veces reclutan a personas externas. Pero si tiene un cónyuge, un amigo o un miembro de la familia en el que pueda confiar para ser objetivo, pueden ofrecerle una visión útil.
Las víctimas de la manipulación crónica y el abuso emocional pueden encontrar alivio en la terapia. Un terapeuta puede trabajar con usted para identificar la manipulación, liberarse de una relación abusiva y reducir el riesgo de quedar atrapado en una relación así de nuevo. En la terapia, usted desarrollará límites saludables y trabajará a través de cualquier reticencia que tenga para hacer cumplir esos límites.
Las familias y las parejas que luchan con la manipulación también pueden encontrar ayuda en la terapia. Un terapeuta puede trabajar con todas las partes para entender por qué la comunicación directa es un desafío para ellos, cultivar patrones de comunicación más saludables y encontrar mejores formas de satisfacer sus necesidades.
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