Artroscopia (La rodilla problemática)
¿Qué es?
El estilo de vida activo de hoy en día puede exigir demasiado a nuestras rodillas. Los deportistas suelen sufrir lesiones de rodilla por un golpe o una caída repentina, o simplemente por una torsión. Las mujeres son especialmente propensas a sufrir problemas de rótula, mientras que los adultos mayores pueden tener problemas por el envejecimiento de las articulaciones. Muchos problemas de rodilla surgen por daños en los tejidos blandos (el cartílago y los ligamentos) del interior de la articulación. Hasta hace poco, éstos no siempre podían diagnosticarse fácilmente.
Anatomía de la rodilla
La rodilla es la articulación más grande del cuerpo. Se clasifica como una articulación de bisagra y conecta los huesos superior e inferior de la pierna (fémur y tibia). El cartílago articular cubre los extremos de estos huesos y la parte inferior de la rótula. Los meniscos lateral y medial son cojines de cartílago entre los huesos. Los ligamentos y el cuádriceps dan estabilidad y fuerza a la rodilla.
Historia/Examen Físico/Pruebas de Diagnóstico
Debido a que la rodilla es vulnerable a las lesiones de tejidos blandos y de otro tipo, los cirujanos ortopédicos ven un gran número de problemas de rodilla. Antes del tratamiento, el cirujano debe tener un diagnóstico preciso basado en la historia clínica, la exploración física, las radiografías y las pruebas de laboratorio, si se considera oportuno. Con la artroscopia, el médico puede ahora mirar directamente dentro de la rodilla para confirmar el diagnóstico y, en muchos casos, corregir quirúrgicamente el problema al mismo tiempo.
Lo más probable es que le pregunten si el dolor apareció gradualmente o por una lesión repentina. Su médico le examinará manualmente la rodilla y buscará sensibilidad e hinchazón, disminución de la amplitud de movimiento e inestabilidad.
Radiografías
Las radiografías de rutina se utilizan habitualmente para diagnosticar las afecciones de los huesos, mientras que las radiografías de esfuerzo especiales pueden ser necesarias para determinar la estabilidad de la articulación. Los tejidos blandos no se pueden ver, pero a menudo se puede identificar la anatomía ósea anormal y las afecciones artríticas.
La resonancia magnética (RM) es una tecnología moderna que puede proporcionar información sobre los tejidos blandos de la rodilla, por ejemplo el cartílago y los ligamentos, que las radiografías ordinarias no pueden proporcionar. Sin embargo, las resonancias magnéticas no siempre son 100% precisas.
¿Qué es una artroscopia?
La artroscopia es un procedimiento quirúrgico que permite a un médico tratar una rodilla dañada o con problemas sin hacer una gran incisión en la piel exterior, que protege la articulación de la rodilla.
La tecnología de fibra óptica ha llevado a la creación del artroscopio, un instrumento que permite a nuestro equipo mirar directamente dentro de la rodilla y diagnosticar la mayoría de los problemas. El artroscopio contiene fibras de vidrio recubiertas y una serie de lentes de aumento que emiten una luz intensa y fría para transmitir una imagen ampliada al observador. Mirando a través del ocular o en un monitor de televisión, el cirujano tiene una visión clara y acceso a la mayoría de las zonas de la articulación.
Hasta la llegada del artroscopio, un cirujano ortopédico no podía identificar directamente muchos problemas de la rodilla. Para diagnosticar y tratar una rodilla problemática, el cirujano recurría a la cirugía abierta convencional, que requería grandes incisiones, una estancia en el hospital y, a menudo, una recuperación prolongada. La artroscopia permite un examen directo y exhaustivo de la rodilla. El artroscopio se introduce a través de pequeñas incisiones denominadas portales. Una vez colocado el artroscopio, se pueden introducir varios instrumentos diferentes para tratar la articulación afectada. Los fórceps, las sondas, los motores de afeitado y los láseres quirúrgicos son algunos de los instrumentos más comunes utilizados junto con el artroscopio. La mayoría de los problemas pueden diagnosticarse con precisión y, en muchos casos, tratarse quirúrgicamente al mismo tiempo. Por lo general, todo el procedimiento puede realizarse de forma ambulatoria.
Alternativas
Las alternativas a la artroscopia son las píldoras antiinflamatorias, las inyecciones, la observación, la fisioterapia, la tolerancia del problema, la sustitución total de la articulación, las osteotomías, etc. Las alternativas variarán en función de la edad y los síntomas.
Problemas comunes de la rodilla encontrados en la artroscopia
Las lesiones de menisco (cartílago)
La recuperación tras una lesión de menisco depende de la cantidad de menisco y otros tejidos de la rodilla dañados. En el caso de una lesión leve, la recuperación puede durar sólo 1-2 semanas, o menos. En el caso de una lesión grave, la recuperación puede durar hasta 1 mes o más.
Hallazgos artroscópicos
Su menisco puede desgarrarse de diversas maneras. En el caso de una lesión leve, nuestro equipo puede encontrar un pequeño desgarro a lo largo del borde del menisco que simplemente puede recortarse. En el caso de una lesión grave, el desgarro es mayor y a menudo afecta a la mayor parte del menisco. Si el daño del menisco es mayor, es posible que experimente más hinchazón, molestias y una recuperación más larga.
Cirugía de menisco
Si tiene una lesión leve, nuestro equipo retira el colgajo de menisco desgarrado y recorta el menisco hasta dejar el tejido sano, dejando un borde equilibrado y estable. En el caso de una lesión más grave, es posible que tenga que extirpar más menisco, pero dejará la mayor cantidad posible de menisco sano. Tras la artroscopia, el cartílago superficial se encarga de absorber el impacto del menisco extirpado. En algunos casos, un menisco desgarrado puede salvarse mediante sutura.
Es importante saber que si se repara su menisco, podría utilizarse una incisión abierta y tendrá un período de recuperación prolongado con hasta seis semanas de muletas y hasta seis meses de actividades restringidas. Este procedimiento aún puede fallar y requerir una nueva intervención quirúrgica.
Problemas de desgaste
La recuperación de un problema de desgaste depende de la cantidad de daño en la superficie del cartílago que tenga y del alcance de la cirugía que necesite. Si el problema es leve, la recuperación puede durar de una a dos semanas. Con un problema grave, su recuperación puede durar hasta dos meses, o NO SE PUEDE AYUDAR CON LA CIRUGÍA ARTROSCÓPICA SOLAMENTE. A medida que envejece, la probabilidad de alivio con la artroscopia disminuye, y debe abordarse con menos expectativas y precaución, después de que fracasen otros tratamientos más conservadores.
Hallazgos artroscópicos
Con un desgaste leve podemos encontrar un cartílago superficial desgastado o agrietado. En caso de desgaste grave, el cartílago superficial puede estar completamente desgastado y dejar al descubierto los huesos de las rodillas. También son comunes los cuerpos sueltos del cartílago, los espolones óseos (crecimiento excesivo del hueso) y los daños en los meniscos. (En estos casos graves, no se puede esperar que el artroscopio alivie los síntomas, y puede ser necesaria una nueva intervención quirúrgica en una fecha posterior) El examen artroscópico, sin embargo, ayuda a planificar y programar una futura intervención quirúrgica.
Cirugía del cartílago superficial
Para un problema de desgaste leve, nuestro equipo puede afeitar y alisar el cartílago rugoso. Para un problema de desgaste más grave con zonas de hueso expuesto, el cirujano utiliza una fresa especial para raspar el hueso subyacente y estimular el crecimiento de nuevo cartílago. También puede eliminar los cuerpos sueltos y los espolones óseos, y recortar los meniscos dañados. Es posible que se le realice una biopsia para el crecimiento del cartílago en un laboratorio.
Problema de rótula
(véase también Problemas de rótula)
La recuperación de un problema de rótula depende de la cantidad de daño en la rótula y en la superficie del cartílago que tenga. Con un problema leve, su recuperación puede durar sólo 1-2 semanas. Con un problema grave, su recuperación puede durar hasta uno o dos meses, o puede no ser ayudada con la cirugía artroscópica, y puede requerir otra cirugía.
Hallazgos artroscópicos
Es posible que tenga el cartílago superficial rugoso debajo de la rótula, con dolor y sensibilidad (llamado condromalacia). Otra posibilidad es que su cirujano encuentre un problema de desalineación, es decir, que su rótula no esté centrada correctamente en el surco del fémur. Con la desalineación, también puede tener condromalacia, superficies óseas expuestas y cuerpos de cartílago sueltos.
Cirugía de la rótula
En el caso de la condromalacia, nuestro equipo puede alisar el cartílago de la superficie desprendida bajo su rótula. Si también tiene un problema de desalineación, su cirujano puede liberar las bandas de tejido conectivo denso que tiran de su rótula «fuera del centro» en un procedimiento llamado liberación lateral. También podemos alisar cualquier cartílago de superficie áspera y superficies óseas desgastadas.
Recuperación para todas las cirugías artroscópicas
La rapidez y la plenitud de su recuperación después de la artroscopia dependen, en gran medida, de usted. Aunque sólo tenga unas pequeñas incisiones, su rodilla necesita cuidados especiales en casa. La elevación y el hielo pueden ayudar a controlar la hinchazón o las molestias, y los ejercicios de circulación ayudan a prevenir las complicaciones postoperatorias. Estas sencillas precauciones pueden ayudarle a mantenerse cómodo, así como permitirle comenzar sus ejercicios de recuperación en casa lo antes posible.
La elevación reduce la hinchazón, lo que a su vez alivia el dolor y acelera su curación. La elevación también evita la acumulación de sangre en la pierna. Para elevar la rodilla correctamente, asegúrese de mantener la rodilla y el tobillo por encima del corazón. La mejor posición es tumbado, con almohadas a lo largo de toda la pierna. Eleve la rodilla siempre que no esté de pie durante los primeros días después de la artroscopia. El hielo es un anestésico natural que ayuda a aliviar el dolor. El hielo también controla la hinchazón al ralentizar la circulación en la rodilla. Para ponerle hielo a la rodilla, llene una pequeña bolsa de basura de plástico con hielo (lo mejor es triturado). Envuelve la bolsa de hielo con una toalla pequeña para proteger tu piel. Cubra completamente la rodilla y deje el hielo puesto de 30 a 60 minutos, varias veces al día, durante los dos o tres primeros días después de la artroscopia. Evite las bañeras de hidromasaje, los jacuzzis o las almohadillas térmicas a menos que se le indique lo contrario.
Los medicamentos para el dolor le permiten descansar cómodamente y comenzar sus ejercicios de recuperación con un mínimo de molestias. Es una buena idea tomar su medicación para el dolor por la noche, incluso si no tiene un dolor intenso, para asegurar una buena noche de sueño. El dolor suele ser una señal de exceso de actividad, por lo que puede intentar descansar y elevarse para ayudar a aliviar las molestias. Evite el alcohol si está tomando medicación para el dolor.
Los ejercicios de circulación ayudan a prevenir complicaciones postoperatorias como la coagulación de la sangre en la pierna. Señale y flexione el pie, y mueva los dedos, cada pocos minutos que esté despierto durante una o dos semanas después de la artroscopia. El vendaje mantiene la rodilla limpia y ayuda a prevenir infecciones. Habrá un vendaje sobre los puntos de sutura y un vendaje tensor sobre éste. El vendaje actual debe permanecer en su rodilla hasta que vea a nuestro equipo. El vendaje de la rodilla DEBE quitarse por la noche y volver a ponerse por la mañana.
Las duchas están bien, después de CUATRO días. Cubra la pierna con una bolsa de basura de plástico atada por encima del vendaje. Espere a ducharse por primera vez cuando pueda estar de pie cómodamente durante 10-15 minutos.
Vuelva al trabajo sólo cuando nuestro equipo considere que es seguro. Podrían ser unos días o unas semanas, dependiendo de lo rápido que se cure y de la exigencia que su trabajo suponga para la rodilla. En general, puede contar con volver al trabajo antes después de la artroscopia que después de la cirugía de rodilla abierta. Obviamente, un oficinista en un trabajo de escritorio podría volver antes que un trabajador manual.
Ejercicios de recuperación en casa
El fortalecimiento de los músculos que sostienen la rodilla -cuádriceps, isquiotibiales y músculos de la pantorrilla- es una de las mejores maneras de ayudar a su rodilla a recuperarse completamente. Cuanto antes empiece a realizar estos ejercicios, mejor. El objetivo es evitar tanto el uso excesivo de estos músculos (que provoca inflamación, dolor e hinchazón) como el uso insuficiente (que provoca rigidez y atrofia). Obtendrá el máximo beneficio de estos ejercicios si los realiza con movimientos lentos y constantes, y en ambas piernas para mantener el equilibrio muscular.
Para la fuerza
Las series de cuádriceps ayudan a reconstruir los músculos de la parte delantera del muslo, que dan a la rodilla su mayor capacidad. Las «series de cuádriceps» pueden realizarse en cualquier momento y lugar, tumbado o sentado. Simplemente apriete los cuádriceps, presionando la rodilla hacia el suelo o la cama. Mantenga la tensión durante 5-10 segundos y luego relájese. Puede ser útil apoyar la mano en la rótula y sentir cómo se mueve ligeramente hacia arriba mientras aprieta los músculos.
Las elevaciones de piernas rectas son otro ejercicio que ayuda a reconstruir todos los músculos que sostienen la rodilla. Acuéstese de espaldas y haga una «serie de cuádriceps». Levante la pierna de 8 a 12 pulgadas, mantenga 4 a 6 segundos, luego baje lentamente y repita. Cuando lo tolere, añada pesas o pida a un amigo que le sujete la pierna para ofrecerle resistencia.
Caminar también le ayuda a recuperar la amplitud de movimiento del tobillo, la rodilla y la cadera. Incluso si lleva muletas y aún no soporta todo el peso de la pierna, puede empezar a caminar para mejorar la circulación y acelerar el proceso de curación de la pierna. Intente mantener la flexión del tobillo, la rodilla y la cadera lo más normal posible. Ponga gradualmente más peso en la pierna y camine un poco más, según lo tolere.
Fisioterapia
Después de la artroscopia, su médico puede prescribirle una terapia para un programa completo de rehabilitación de la rodilla que le ayude a recuperar todo su potencial. Sin embargo, por lo general, la mayoría de las personas no necesitan fisioterapia formal. Su fisioterapeuta, miembro del equipo de apoyo a la recuperación, es un especialista en ayudarle a recuperar la fuerza y la amplitud de movimiento de la rodilla. Su fisioterapeuta puede diseñar un programa individualizado para usted basado en su lesión de rodilla y sus objetivos de recuperación, y puede ayudarle a responder a sus preguntas sobre una vuelta segura a sus actividades normales. Su programa puede incluir ejercicios para la rodilla, equipos especiales y otras formas de tratamiento.
Ejercicios aeróbicos
Incluso antes de que su rodilla esté totalmente recuperada, puede volver a un programa de ejercicios modificado. La forma más segura de empezar a ponerse en forma es con ejercicios sin carga de peso, como montar en bicicleta estática o nadar. Estas son excelentes formas de ejercicio aeróbico, ya que proporcionan un acondicionamiento constante y continuo para el corazón y los pulmones. Asegúrese de consultar con nuestro equipo antes de volver a correr o a realizar sus actividades físicas favoritas.
Su equipo de apoyo a la recuperación
Su cirujano, el personal de enfermería y, si se le prescribe, su fisioterapeuta, pueden orientarle hacia una recuperación segura y rápida después de la artroscopia. Al igual que un atleta que se entrena, usted es el responsable último de su progreso y su éxito. Los miembros de su equipo de apoyo pueden explicarle por qué necesita elevar, poner hielo y ejercitar la rodilla. Depende de usted seguir sus consejos, para que pueda volver a ponerse en pie y retomar con seguridad los deportes y otras actividades que le gustan.
Consejos útiles
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La extirpación de un pequeño fragmento de menisco no aumenta significativamente el riesgo de osteoartritis posterior.
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Dejar un fragmento inestable de menisco en una rodilla, que produce dolor e hinchazón con la actividad, aumenta significativamente el riesgo de osteoartritis.
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La eliminación del fragmento inestable desgarrado del menisco en el individuo con piernas arqueadas es sólo una parte de la solución. Puede ser necesaria una corrección de la deformidad (osteotomía) o una sustitución total de la rodilla en el futuro, cuando el paciente sea mayor.
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La extracción de un fragmento de menisco desgarrado en la rodilla artrósica tendrá un pronóstico reservado debido a la artrosis subyacente.