Artritis reumatoide
La artritis reumatoide es un trastorno autoinmune que se caracteriza por la inflamación, el dolor y la pérdida de función de las articulaciones. Suele afectar a la muñeca y la mano, pero a veces afecta a los codos, los hombros, el cuello, las rodillas, las caderas o los tobillos. La hinchazón, la inflamación y los daños en las articulaciones se producen cuando el sistema inmunitario del organismo ataca el tejido que rodea las articulaciones. Aunque no es tan frecuente, la artritis reumatoide puede afectar a otras partes del cuerpo además de las articulaciones. La artritis reumatoide puede brotar y remitir repentinamente, o puede ser una afección constante, debilitante y dolorosa.
Algunos pacientes con artritis reumatoide desarrollan el síndrome del túnel carpiano u otras formas leves de neuropatía periférica. Los síntomas suelen aparecer de forma bilateral, lo que significa que ambos lados del cuerpo (es decir, ambas manos o ambas rodillas) se ven afectados de forma similar.
La causa de la artritis reumatoide es desconocida, pero los investigadores creen que existen factores genéticos, ambientales y de otro tipo que desencadenan la enfermedad. La aparición suele producirse a mediana edad y es más probable que se desarrolle en las mujeres. Aproximadamente entre el 10 y el 15 por ciento de los pacientes que padecen artritis reumatoide desarrollarán también el síndrome de Sjögren, un trastorno inflamatorio caracterizado por la sequedad de los ojos y la boca.
La detección temprana de la artritis reumatoide repercute positivamente en la capacidad de tratar esta enfermedad y sus síntomas. El tratamiento temprano puede reducir el daño potencialmente invalidante causado a los huesos. Desgraciadamente, la artritis reumatoide es a veces difícil de detectar y diagnosticar porque los síntomas varían de una persona a otra y no existe una prueba definitiva para la enfermedad.
Síntomas &Signos
(No todos los síntomas y signos pueden estar presentes.)
- Anemia
- Fatiga, a veces acompañada de fiebre
- Pérdida de apetito
- Dolor, articulaciones calientes o hinchadas
- Dificultad para mover las articulaciones afectadas
- Dolor y rigidez
- Rígido
- Nódulos reumatoides (bultos bajo la piel)
Evaluación & Pruebas
(Puede que no sean necesarias todas las evaluaciones y pruebas.)
- Examen neurológico
- Electromiografía
- Prueba de velocidad de conducción nerviosa
- Radiografía para determinar el daño articular
- Análisis de sangre (para detectar la presencia de anticuerpos del factor reumatoide, anemia y para medir el recuento de glóbulos blancos)
Tratamiento &Terapia
(No todos los tratamientos y terapias pueden estar indicados.)
El tratamiento se centra en aliviar el dolor reduciendo la inflamación, frenando el daño articular y óseo y mejorando la capacidad de funcionar con la enfermedad.
- Programas de reposo y ejercicio
- Auxiliares antiinflamatorios no esteroideos (aspirina, ibuprofeno y Aleve®) para reducir la inflamación y el dolor de las articulaciones
- Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME) para suprimir el sistema inmunitario y retrasar la aparición de la enfermedad (hidroxicloroquina (Plaquenil®), metotrexato (Rheumatrex®, Trexall®), leflunomida (Aravara®)
- Se puede considerar la posibilidad de realizar una intervención quirúrgica para sustituir o reparar las articulaciones y los tendones gravemente dañados
- Tome medidas de seguridad para compensar la pérdida de sensibilidad
- Pregunte a su médico sobre los zapatos terapéuticos especiales (que pueden estar cubiertos por Medicare y otros seguros)
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