La mutilación genital masculina (MGM) adopta varias formas y se produce en aproximadamente el 25% de las sociedades. Este comportamiento ha desconcertado a antropólogos, médicos y teólogos durante siglos, y supone un reto evolutivo ya que implica una cirugía peligrosa y costosa. Sugiero que es probable que la MGM reduzca la eficacia de la inseminación, disminuyendo la capacidad del hombre para realizar fecundaciones fuera de la pareja al perjudicar la competencia espermática. Por lo tanto, la MGM puede representar una señal difícil de falsificar de la capacidad reducida de un hombre para impugnar la paternidad de hombres mayores que ya están casados. Los hombres que muestran esta señal de obediencia sexual pueden obtener beneficios sociales si los hombres casados son seleccionados para ofrecer confianza e inversión social preferentemente a los compañeros que son menos amenazantes para su paternidad. La clitoridectomía y la infibulación vaginal cumplen una función de señalización paralela en las mujeres, aumentando la certeza de la paternidad del marido y obteniendo su mayor inversión. Especialmente en sociedades en las que la incertidumbre sobre la paternidad y el conflicto reproductivo son elevados, los beneficios sociales de la MGM como señal pueden superar sus costes. Esta hipótesis de «conflicto sexual» predice que la MGM debería estar asociada a la poliginia, especialmente cuando las coesposas residen lejos, y que la MGM debería reducir la frecuencia de las relaciones sexuales extramatrimoniales. Los rituales de MGM deberían facilitar el acceso a los beneficios sociales; deberían ser altamente públicos, observados principalmente por los hombres, y realizados por un no pariente. Encontré apoyo para estas seis predicciones en dos muestras transculturales. También examiné una hipótesis alternativa que sugiere que la MGM señala el compromiso del grupo para la acción colectiva, en particular la guerra intersocietal. Aunque otras formas de escarificación masculina se ajustan a este modelo, la distribución de la MGM no se predice por la frecuencia de la guerra intersocietal.