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Artículo escrito por Chris Sliva, MD
La estenosis espinal ocurre cuando el espacio disponible para los nervios está disminuido y en la parte baja de la espalda cuando los nervios que viajan a través de la columna lumbar, en camino a las piernas, se comprimen. Por lo general, es una condición degenerativa que suele verse como parte del proceso normal de envejecimiento que se desarrolla en pacientes de 60 años o más. La afección, aunque rara, puede darse en pacientes más jóvenes que tienen un canal espinal congénitamente estrecho.
Los síntomas comunes de la estenosis espinal incluyen un dolor profundo o una sensación de calambre en la parte baja de la espalda o en las nalgas. Con frecuencia, estos síntomas se irradian a uno o ambos muslos y piernas y se desarrollan al caminar o al realizar otra actividad. Los síntomas suelen aliviarse al sentarse, tumbarse o doblar la cintura. En casos raros, los pacientes pueden perder la función motora y la sensibilidad en las piernas.
No es infrecuente que los pacientes se sometan a una radiografía como parte de las pruebas diagnósticas iniciales. Las radiografías pueden diagnosticar otras afecciones comunes asociadas a la estenosis espinal como la artritis (espondilosis) o la inestabilidad espinal (espondilolistesis) y ayudan a descartar otros problemas como una fractura o un tumor en las vértebras. Lamentablemente, las radiografías no pueden visualizar los nervios de la columna vertebral, por lo que se utiliza un estudio de resonancia magnética (RM) para detectar la estenosis espinal. En el caso de los pacientes que no pueden someterse a una resonancia magnética debido a la implantación de dispositivos como marcapasos o un TAC (tomografía computarizada), puede utilizarse un mielograma.
Por lo general, los tratamientos iniciales no son quirúrgicos. Estos incluyen medicación antiinflamatoria no esteroidea, fisioterapia y, ocasionalmente, inyecciones epidurales de esteroides. Este enfoque puede proporcionar un alivio permanente o temporal. Cuando los síntomas son graves y progresivos, está indicada la cirugía, que suele recomendarse cuando el dolor de espalda y de piernas limita la actividad normal y deteriora la calidad de vida.
Existen varios procedimientos quirúrgicos diferentes y la elección de los mismos está influida por la gravedad y el tipo de enfermedad. El pilar del tratamiento de la estenosis espinal es una laminectomía lumbar descompresiva para eliminar el hueso y los tejidos blandos que presionan los nervios. En algunos pacientes, la inestabilidad de la columna vertebral puede hacer necesaria una fusión.
Después de la intervención quirúrgica, la mayoría de los pacientes notan un alivio de sus molestias en las piernas y son capaces de caminar distancias más largas. Puede ser necesaria la fisioterapia durante seis a ocho semanas después de la cirugía para el fortalecimiento y el acondicionamiento.
Es muy importante tomar una decisión informada sobre su tratamiento. Los beneficios potenciales de la cirugía deben equilibrarse con los riesgos para cada paciente individual junto con cualquier alternativa de tratamiento disponible. Su cirujano de la columna vertebral le ayudará a determinar si es o no un buen candidato para la cirugía.