Los conservantes se añaden a los alimentos para evitar que se estropeen. Pueden conservar el color y el sabor y mantener los alimentos frescos. Sin conservantes, los alimentos pueden estropearse rápidamente con la exposición al aire, la humedad o las bacterias. Existen conservantes naturales como la sal, el azúcar, el vinagre, el ácido ascórbico (vitamina C) y el ácido cítrico. Sin embargo, muchos alimentos contienen conservantes sintéticos y artificiales. Aunque el jurado aún no se pronuncia sobre la mayoría de los conservantes, y ciertamente no son dañinos en una sola porción de alimento, algunas investigaciones muestran que el consumo de conservantes a lo largo del tiempo puede causar problemas de salud.

Algunas investigaciones indican que estos conservantes pueden provocar cáncer, afectar al sistema nervioso, cambiar el comportamiento, debilitar el sistema inmunitario, afectar a la salud reproductiva y ser tóxicos en general. Los conservantes artificiales también pueden causar reacciones alérgicas y malestar intestinal, junto con muchos efectos secundarios menores.

Los conservantes malos

Cuando lea las etiquetas, siga la regla: Si no puede pronunciarlo, no lo coma. Intenta comer frutas, verduras y carnes frescas siempre que sea posible. Compre en tiendas de alimentos integrales y mercados de agricultores.

Aquí tiene algunos de los conservantes que debe intentar evitar.

Benzoatos y parabenos: El benzoato de sodio, el metilparabeno, el propilparabeno y el heptilparabeno se encuentran en los refrescos dietéticos y están presentes de forma natural en las ciruelas pasas, la canela y el té. Pueden causar problemas pulmonares, urticaria, ronchas y otras alergias.

BHA/BHT/TBHQ: El butilhidroxianisol (BHA), el butilhidroxitolueno (BHT) y la butilhidroquinona terciaria (TBHQ) se encuentran en la mantequilla, los productos de panadería, las galletas, los cereales, los copos de patata, el arroz enriquecido, los aperitivos y otros alimentos procesados. Pueden causar problemas hepáticos y reproductivos, así como otros problemas de salud.

Sulfitos: El bisulfito de potasio, el metabisulfito de potasio, el sulfito de sodio y el dióxido de azufre se encuentran en el vino y en los alimentos secos. También pueden encontrarse en las bebidas, incluido el zumo concentrado de frutas, y a menudo se rocían directamente sobre los alimentos. Pueden provocar asma e irritaciones pulmonares.

Nitrito de sodio: Se encuentra en carnes curadas como perritos calientes, bacon, jamón y pescado ahumado. El nitrato de potasio y el nitrato de sodio también pueden causar problemas de salud como molestias intestinales, irritaciones de la piel y dolores de cabeza.

Otros conservantes potencialmente dañinos son la tartrazina (un colorante alimentario artificial), el glutamato monosódico (GMS) y el aspartamo (un edulcorante artificial).

Bocadillos sin conservantes

Trate de ofrecer a su familia bocadillos saludables y sin conservantes.

Fruta fresca – Compre en su mercado local de agricultores para encontrar frutas y verduras frescas sin conservantes ni pesticidas. Tanto los niños como los adultos disfrutan de la fruta fresca como tentempié dulce.

Almendras naturales – Para un tentempié crujiente, omita las patatas fritas y coma en su lugar almendras enteras naturales. Puede encontrarlas en tiendas de alimentos saludables y en muchos supermercados.

Hummus y galletas saladas – Puede hacer su propio hummus, pero es posible encontrar hummus sin conservantes en su tienda local de comestibles. Recuerde leer las etiquetas para encontrar hummus, galletas saladas, chips de soja y otros aperitivos que no contengan conservantes.

Barras de aperitivos orgánicas – Aunque no lo crea, algunas empresas han descubierto cómo hacer aperitivos preenvasados sin conservantes ni aditivos, manteniendo una larga vida útil. Busque las Barras de Fruta del Oso y otras barritas orgánicas que son naturales y saludables.

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