Ampollas
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No deje que las ampollas estropeen una buena caminata.
Además de los Diez Aspectos Esenciales, el conocimiento del cuidado adecuado de las ampollas es fundamental para el senderismo. Un agradable paseo por el bosque puede convertirse rápidamente en algo miserable si no se toman medidas preventivas y de respuesta para mantener los pies contentos. Las principales causas de las ampollas son los calcetines mojados y las botas que no se ajustan o que no se han estrenado.
– Prevenir las ampollas antes de que se produzcan. Si sabes que es probable que te salgan ampollas en una zona determinada, envuélvela con cinta deportiva o cúbrela con un vendaje líquido o una segunda piel. Mantenga alejada la humedad espolvoreando polvo medicinal para pies antes de ponerse los calcetines.
– Deténgase a la primera señal de un calentón. Por lo general, los puntos calientes aparecen como una mancha rojiza y sensible y son un precursor de una ampolla. Aplique un vendaje líquido en la zona o una segunda venda para reducir la fricción.
– Cambie los calcetines. Tenga siempre a mano al menos un par de calcetines secos para poder cambiarse los calcetines a la primera señal de un punto caliente. Los calcetines húmedos crean más fricción en el calcetín y la fricción es el ingrediente clave en la formación de ampollas. Deja que tus calcetines húmedos se sequen en el exterior de tu mochila.
– Trata las ampollas con trozos de molesquín en forma de rosquilla. Apílelos si es necesario para mantener la presión de la ampolla. Una ampolla reventada es más probable que desarrolle una infección por las bacterias y la humedad del interior de la bota.
– No utilice cinta adhesiva. Mientras que algunos excursionistas promocionan la cinta adhesiva como una cura para cualquier cosa, los productos químicos en el lado pegajoso de la cinta atraparán los gérmenes. Cuando se utiliza sobre las ampollas, que son heridas abiertas, la cinta adhesiva puede favorecer la infección.